En 2013, el Comité Olímpico otorgó los derechos de transmisión de los juegos de Río en toda América Latina con excepción de Brasil, en todas las plataformas, a América Móvil, ni a Televisa, ni a TV Azteca.
Armando Enríquez Vázquez
Hace algunos años la agencia de publicidad de Chrysler creó
uno de los más recordados comerciales en lo que va de este siglo, donde un niño
al ver el inmenso latifundio que va a heredar de su padre, está más preocupado
por la Cheyenne. Así pareciera que le
pasó a Emilio Azcárraga Jean, incapaz de ver el tamaño y el potencial de su
herencia en medios, ha estado más preocupado por la telefonía celular, la
transmisión de datos y salir en los programas de Eugenio Derbez. Al máximo y
más viejo mirrey del país se le olvidó que todo lo que él tiene se lo debe a
los contenidos de entretenimiento, informativos y deportivos. Que la camioneta (o sea la telefonía) era sólo
un medio más para cruzar y administrar ese campo.
Como si los problemas de audiencias y de contenidos que
enfrentan las dos cadenas nacionales de televisión abierta no fueran pocos, se
dio a conocer que ninguna de las dos tendrá trasmisiones de los juegos
olímpicos de Río. La noticia la dio a conocer Arturo Elías Ayub director de Uno
TV y Claro Sports en una entrevista radiofónica con Ciro Gómez Leyva de Radio
Fórmula y de manera inmediata se replicó por la mayoría de medios electrónicos
y virtuales, causando burlas y memes de los detractores del duopolio.
Durante décadas estuvimos acostumbrados a que Televisa
abriera espacios de transmisión durante los Juegos Olímpicos. Los amantes de
los deportes amateurs y aquellos villamelones que religiosamente prendíamos la
televisión para ver las ceremonias de inauguración, la de clausura y algunas
competencias, con ánimo de seguir las conversaciones en reuniones, oficinas y
comidas familiares en las que durante un mes todos nos volvíamos expertos en
halterofilia y ciclismo, sabíamos que teníamos el dos, el cinco, el trece, y el
siete para ver este tipo de espectáculo. No concentrábamos en transmisiones de
atletismo, natación y muchos otros deportes que por lo general es difícil ver
en los años entre una Olimpiada y otra.
José Ramón Fernández, hace ya muchos años, cuando era la
cabeza del área deportiva de Imevisión, innovó, al crear una forma mucho más
dinámica y atractiva de resumir las jornadas deportivas de los Juegos Olímpicos
y los mundiales de Futbol Soccer, de acercar a los neófitos al deporte y
durante mucho tiempo sumió a Televisa en la desesperación y la improvisación con
comediantes anodinos, la mentalidad mediocre de los ejecutivos de Televisa y
unas mentes creativas que no lo eran.
Las ganancias económicas generadas por la transmisión de
unos Juegos Olímpicos no deben ser nada despreciables. El evento, que se
realiza cada cuatro años, está considerado como uno de los eventos más redituables
en materia deportiva, y por lo mismo cada cuatro años ambas televisoras se
preocupan por montar su show, sacar a sus más importantes comentaristas
deportivos y contratar a los más llamativos especialistas de cada deporte,
tratar de jalar audiencias. Los Juegos Olímpicos marcan un momento importante
en la economía de las cadenas de televisión abierta de nuestro país.
En 2013, el Comité Olímpico otorgó los derechos de transmisión
de los juegos de Río en toda América Latina con excepción de Brasil, en todas
las plataformas, a América Móvil. Carlos Slim una vez más con su clara visión
de negocios vio que tres años eran muchos para una televisión abierta, primero,
y la de paga después, en el lecho de muerte. El futuro se encuentra en Internet
y no dudo que la transmisión que haga Claro Sports de las Olimpiadas nos pondrá
hablar en general del medio. Ayub anunció que los juegos tendrán cobertura en
televisión abierta a través de los medios públicos, Canal Once, 22 y otras
señales regionales, así como a través de las señales especializadas en deportes
de la televisión de paga; ESPN y FOX Sports. La posición de América Móvil puede
interpretarse también, como una represalia en contra del duopolio por el
constante y parcial ataque que han hecho de la telefónica, desde sus
telebancadas y hasta con sus lectores de noticias, pero en la guerra y en el
amor todo se vale y la arrogancia de los ejecutivos de ambas televisoras les
impidió tener en cuenta el tamaño real del enemigo.
El hecho de que ni Televisa, ni TV Azteca transmitan los
juegos de Río impacta en una industria que cada día tiene mayores problemas, la
televisión abierta se hunde y sus ejecutivos carecen de planes para poner a
flote el bote. Tanto Televisa como TV Azteca, que se encuentran en momentos de
enormes recortes en sus plantillas, habrán de perder una buena cantidad de
dinero al no poder transmitir las competencias. Habrá que ver si existe un plan
B en las televisoras y nos llenan de transmisiones acerca del color y las
características de Brasil, o simplemente aceptan su derrota y bombardean a los
mexicanos con sus contenidos mediocres, pretendiendo en el peor estilo de sus
espacios informativos que no pasa nada, que los juegos de Río no existen.
Hoy, cuando menos lo necesitan, el tiro comienza a salirles
por la culata a los empresarios de la televisión abierta mexicana, no sólo se
trata del desprestigio que desde Jacobo Zabludosky y Emilio Azcárraga Milmo,
Televisa tiene en ciertos sectores de la población. Sino de la caída total de
un grupo de comunicación incapaz en su arrogancia de evolucionar. Zabludosky
era acusado de ser el vocero del sistema priísta bajo la batuta del mayor
soldado del PRI; el Tigre Azcárraga. López Dóriga, si sale de Televisa como
vienen anunciando rumores desde febrero, lo hará por ser un hombre corrupto y
altanero. Las telenovelas de Televisa pierden audiencia porque no salen de su
formula chabacana y lo que Televisa considera humor, no sólo es vulgar y
pedestre, sino que en más de una ocasión ha puesto a productores y conductores
en la mira de la sociedad civil por promover la agresión de género y acoso
sexual, algo que esta documentado fue por décadas la política principal de la
televisora en manos de pederastas, toda clase de perversos sexuales. Cronistas
y especialistas como Gerardo Liceaga y Alberto Lati han salido de Televisa por
decisión no de la empresa como en otros tiempos, si no porque los especialistas
no ven visión en los hombres que dirigen la empresa y no ver un futuro para
ellos en una empresa sin él.
Tan sólo cuatro meses después de sacar a Chabelo de la
pantalla, los ejecutivos de Televisa incapaces de nuevas propuestas han
decidido anunciar el regreso del octagenario chamaco.
En un futuro no muy lejano, no nos deberá extrañar, que
otros se encargarán de las transmisiones de selección nacional, de la liga MX,
y hasta de los mundiales del futbol. Poco a poco mientras la Cheyenne pasa de moda, se oxida, la
pintura se carcome por el sol, el campo de los contenidos y las propuestas de
mexicanos están en otros lados en Canal Once, en HBO, en Netflix, mientras tanto
el niño se lamentará que la Cheyenne ya
no sirve.
publicado en roastbrief.com.mx el 2 de mayo de2016
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