Las verdaderas alianzas del llamado Nuevo PRI, no están con los partidos políticos pequeños, si no con los grandes grupos criminales del país.
Armando Enríquez Vázquez
En más de una ocasión vemos el árbol sin poder darnos cuenta
del bosque, y en muchas otras, así es como nos quieren hacer ver realidad, como
si una golondrina hiciera verano. El interés por fragmentar la realidad ayuda a
manipular y hacernos voltear hacía un solo punto, desatendiendo todo lo demás.
Centrarse en la persecución de Javier Duarte, es tratar de
olvidar que los mismos agravios contra los mexicanos han sido cometidos por
otros ex gobernadores, gobernadores, funcionarios, diputados, senadores y hasta
el Presidente Enrique Peña Nieto y su Casa Blanca, que algún día descubriremos
es tan solo la punta de un inmenso iceberg de corrupción.
Los niveles de corrupción alcanzados en estados como
Veracruz, Tamaulipas o Coahuila no se entienden sin el crimen organizado. Hoy
tenemos que voltear a diarios extranjeros para tratar de ver un poco de lo que
es México, los artículos de la pasadas semanas publicados en El País nos
muestra la compleja red de complicidades que existen en México desde hace años
entre los gobernadores del PRI y el crimen organizado, si no recordemos la
detención de Humberto Moreira en España y para la cuya liberación la PGR, la
embajada de México en España y el gobierno de Peña Nieto hicieron esfuerzos que
algún día conoceremos para lograr la liberación del hombre que endeudó a
Coahuila para enriquecerse él. También en El País se ha puesto al descubierto
la cantidad de millones de dólares diarios que gana el narcotráfico y uno de
los esquemas de negocio para lograrlo, algo que como las cámaras de seguridad
de la CDMX (MR), los gobiernos locales y federal han sido incapaces de
descifrar, o al menos eso nos quieren hacer creer.
Duarte, al igual que Fidel Herrera, tendría que responder no
solo por los casos de corrupción en su sexenio que son un agravio contra los
veracruzanos, si no por sus nexos con el crimen organizado que lo convierte por
lo menos en cómplice de actos terribles contra los mexicanos. Pero en el México
hoy que persigue con titulares y reportajes a Javier Duarte, ya se nos obligó a
olvidar que el ex líder del PRI capitalino, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, se
dedicaba a la trata de personas y no pasó absolutamente nada. Ni siquiera se
armó el circo que hoy ha montado Enrique Ochoa Reza para expulsar a Duarte del
partido, en el caso proxeneta chilango.
Las verdaderas alianzas del llamado Nuevo PRI, no están con
los partidos políticos pequeños, si no con los grandes grupos criminales del
país. El último caso en destaparse parece involucrar al alcalde de Monterrey
Adrián de la Garza, al que según El País un miembro de los Zetas detenido en
España ha mencionado en sus declaraciones como parte de los políticos corruptos
del norte de nuestro país. No hay que olvidar como durante el mandato de
Rodrigo Medina como gobernador de ese estado, en Monterrey aparecieron varias
narco mantas firmadas supuestamente por los Zetas que le recordaban al entonces
recién elegido gobernador de Nuevo León sus compromisos con el grupo criminal
que le financió la campaña, de acuerdo a estos mensajes.
Duarte está mejor escondido que El Chapo tras su segunda
fuga, lo mismo sucede con el panista Padrés y ni que decir de Marcelo Ebrard
que se encuentra fuera de México por temor a ser detenido por la corrupción que
se dio en la construcción de la línea 12 del Metro, aunque eso no sea el más
representativo caso de corrupción durante su paso por la jefatura de gobierno
de la CDMX.
Los políticos mexicanos de todos los colores incluídos a los
puritanos de Morena se han aliado con diferentes grupos criminales o
empresariales a su conveniencia y la de estos grupos para hacer del del poder
un ejercicio de enriquecimiento ilícito.
Ese descarado mirar a la corrupción como algo natural, como
Enrique Peña Nieto en más de una ocasión a lo largo de su presidencia ha
justificado y avalado, es lo que hace que para una gran cantidad de países
México sea como un país africano donde gracias a la avaricia de los
funcionarios públicos todo sea posible con “una untadita”, por eso empresas
como OHL, mineras canadienses, empresas refresqueras hacen jugosos negocios
comprando a presidentes municipales, legisladores, secretarios de estado e
incluso a gobernadores como parece demostrar el caso de KIA con el ex
gobernador de Nuevo León Rodrigo Medina de la Cruz.
Y claro en ese bosque completo, que se nos quiere negar
mostrándonos solo lo chueco del más cercano, el desmantelamiento de PEMEX se
nubla, mientras el crecimiento desbordado de los saqueadores de ductos,
presumiblemente protegidos por diferentes niveles de gobierno, se resalta en
los medios. El fracaso de las reformas estructurales. El fracaso total de la
reforma educativa donde el gobierno ha doblado las manos y negociado con la
CNTE y el SNTE en contra de los intereses de los educandos mexicanos. Un
presidente tramposo desde sus tiempos de estudiante.
Lo bueno no se cuenta, porque es muy difícil encontrarlo en
este gobierno y con estos partidos políticos. Un presidente incapaz de aceptar
la realidad y peor aún la responsabilidad, lo vimos desde que obligó a su esposa
asumir frente a los mexicanos la responsabilidad de la Casa Blanca y
recientemente al culpar de la inseguridad a ex presidente Calderón por medio de
su títere Enrique Ochoa Reza, cuando después de cuatro años la responsabilidad
es únicamente de él, ¿acaso va a responsabilizar de la caída del valor del peso
va a José López Portillo, por no defender la moneda como un perro?
Nos quieren hacer ver fragmentos para bien o para mal, sin
dejar vernos el desastre que el PRI ha hecho de un país que comenzaba, no sin
graves problemas, a remontar. Porque la suma de lo que estos cuatro años han
representado para México da como resultado un retroceso en materia de libertad,
transparencia, seguridad, educación y crecimiento. Veámoslo claramente, no como
quieren que lo veamos, porque no es Javier Duarte el que se encuentra prófugo,
son muchos, muchos más los que huyen de su responsabilidad de hacer de este un
país digno de sus ciudadanos.
publicado en blureport.com.mx el 1º de noviembre de 2016
imagen: DeathtoStock.com
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