En medio de la
manifestación de intolerancia y racismo de los cincuentas y sesentas del siglo
XX en Estados Unidos, surgió esta mujer negra llena de ideales y respuestas a
la opresión.
Armando Enríquez
Vázquez.
Algo que siempre me ha llamado la atención de la historia
reciente de Estados Unidos es esa negación patológica de la realidad, de su
racismo y de sus problemas interiores, así como el tácito apoyo de los
gobiernos tanto republicanos como demócratas a los grupos supremacistas y a
políticas tanto internas como exteriores que van totalmente en contra de todo
aquello que proclaman como sus virtudes democráticas.
Ángela Davis un icono de la lucha civil en contra de la
desigualdad, miembro del partido comunista de Estados Unidos y también una
mujer muy cercana al llamado partido Panteras Negras que fue la extrema
izquierda negra de Estados Unidos en la época de los movimientos sociales y
culturales de los años sesenta y setenta del siglo pasado. A diferencia de las
gestiones de Martin Luther King que buscaba la integración racial desde un
movimiento pacífico, Ángela Davis era mucho más cercana a los puntos de vista
de Malcolm X y más radical en su intento por reformar el gobierno de Estados
Unidos por uno comunista, llegó a estar en la lista de los más buscados por el
FBI. Su figura esbelta y con un enorme afro que enmarcaba su delgado y firme
rostro es una imagen icónica de los años sesenta y setenta en Estados Unidos y
sin duda una de las mujeres más brillantes de aquel país.
Ángela Yvonne Davis nació el 26 de enero de 1944 en
Birmingham, Alabama, uno de los estados más racistas y donde la política de
integración era rechazada por los anglosajones que habitaban el estado y por el
gobierno del estado. Por si esto no fuera suficiente la casa de la familia
Davis se encontraba en una calle conocida como Dynamite Hill, en una zona clase media de Birmingham, La calle
marcaba los límites de la zona sajona y protestante de la ciudad de un lado y
del otro comenzaba la zona de casas de gente negra. El Ku Klux Klan con
frecuencia quemaba las casas de los negros o hacía explotar bombas molotov a la
entrada de las mismas y por supuesto cartuchos de dinamita.
El padre de Ángela era dueño de una gasolinera, su madre era
maestra de primaria y activista a favor de los derechos de los negros, durante
su adolescencia acompañó a su madre a Nueva York y mientras la maestra Davis hacía
estudios de posgrado, Ángela estudió en la escuela preparatoria Elizabeth
Irwing famosa por su educación izquierdista impartida por maestros que habían
sido parte de las famosas listas negras del nefasto senador Joseph McCarthy. A
principios de la década de los sesenta inició su educación universitaria en la
Universidad Brandeis en Massachusetts. Esta universidad fundada en 1948 por un
grupo de ciudadanos judíos decidió utilizar el apellido de uno de los más
importantes jueces de la Suprema Corte de Estados Unidos del siglo pasado,
Louis D Brandeis quien alguna vez expresó: Podemos
tener una gran democracia en este país, podemos concentrar el capital en las
manos de unos cuantos, pero ambas cosas no podemos tenerlas. Pero Ángela
también a principios de la década de los años sesenta viajó a Europa y estudio
en Paris y en Frankfurt, donde conoció a Theodor W. Adorno, el filósofo
responsable de la llamada Escuela de
Frankfurt.
De regreso en Estados Unidos y con su carrera terminada en
Brandeis, Ángela se inscribió en la Universidad de California San Diego donde
realizó sus estudios de maestría y estudió con Herbert Marcuse.
Mientras se encontraba en Europa, leyó sobre el bombardeo
por parte del Ku Klux Klan de una iglesia en Birmingham donde cuatro niñas
perdieron la vida, eso la hizo regresar y enlistarse en el movimiento pacífico
de derechos civiles y a convertirse en miembro del Partido Comunista de Estados
Unidos, además de tener nexos con el Partido de la Panteras Negras, lo que le
trajo problemas cuando fue contratada por la Universidad de California, Los
Ángeles como profesora y tras conocerse sus filiaciones políticas fue
despedida, ella peleó esta acción en tribunales y le ganó a la Universidad que
la tuvo que restituir en el cargo, mismo al cual Ángela renunció al terminar su
contrato. El entonces gobernador de California, Ronald Reagan juró que Ángela
Davis jamás volvería a dar clases en el sistema californiano de educación, algo
que como otras cosas que dijo Reagan resultaron solo bravuconadas.
Sin lugar a dudas el incidente más conocido en la vida de
Ángela Davis ocurrió en 1970 cuando tres presos negros conocidos como los
hermanos de Soledad, por haber estado recluidos en la cárcel de la Soledad en
California fueron acusados de asesinar a uno de los guardias de la prisión como
venganza por los asesinatos que otro guardia de la prisión cometió en contra de
prisioneros negros durante una riña. Ángela estaba en el comité de defensa de los
presos a quienes muchos dentro de la comunidad negra veían sólo como chivos
expiatorios de la política racista al interior de la prisión, así como por el
trabajo social de los acusados al interior de la prisión. Durante el juicio de
estos tres convictos, un hombre llamado Jonathan Jackson, hermano de uno de los
acusados, de diecisiete años entró a la corte y secuestró al juez, a tres
mujeres que formaban parte del jurado y a uno de los abogados de la fiscalía
para tratar de liberar a los acusados, en el intento de liberación murieron dos
de los convictos que se pretendía poner en libertad, Jonathan Jackson y el
juez, los otros rehenes, así como el tercer acusado resultaron heridos. Sin
embargo, en una maniobra racista del gobierno de California y del de Estados
Unidos se emitieron ordenes de aprehensión en contra de Ángela Davis pues se le
acusó de haber comprado las armas que se utilizaron durante el asalto, se cree
que como represalia por ser parte del comité que pedía la liberación de los
hermanos de Soledad.
Ángela Davis se convirtió en 1970 en la tercera mujer en
entrar en la lista de los 10 más buscados por el FBI. El 13 de octubre de 1970,
Ángela Davis fue detenida en la ciudad de Nueva York. Durante el tiempo que
permaneció presa Davis concedió una entrevista a la televisión norteamericana
en la que declaró:
Cuando se habla de
revolución ,la mayoría de las personas piensan en violencia, sin ponerse a
pensar que el verdadero interés de un movimiento revolucionario se centra en
metas y principios que se busca imponer, sin importar cuál sea el medio para
conseguirlos.
Antes de su juicio se
hizo una gran campaña para que Ángela fuera liberada, el juicio se llevó a cabo
en junio de 1972 en San José, California. Ángela Davis fue declarada inocente
de los cargos de asesinato, secuestro y conspiración. Curiosamente por un
jurado compuesto únicamente por personas blancas.
Ángela Davis se ha dedicado a escribir libros sobre los
derechos humanos de los negros en Estados Unidos y en especial de las mujeres,
las condiciones de vida al interior del sistema penitenciario norteamericano.
Entre los títulos que ha publicado se encuentran: Women, Race and Class. Freedom is a Constant Struggle, Are
prisions Obsolete, Blues Legacy and Black Feminism y una Autobiografía
que escribió en 1974.
Davis se ha dedicado a dar clases en la Universidad
California en Santa Cruz y en la Universidad de San Francisco. Nunca ha dejado de
ser una activista. En dos ocasiones ha sido postulada al puesto de
vicepresidente de los Estados Unidos por el partido Comunista de Estados
Unidos.
Ángela Davis tiene 72 años de edad y seguramente esta lista
para librar una nueva batalla contra lo que parece ser la política racista
del nuevo gobierno electo en su país. El 20 de octubre de 2016 la activista
advirtió acerca de la gran posibilidad de que el gobierno de Donald Trump sea
una oportunidad para empoderar al fascismo en Estados Unidos. A pesar de su opinión Davis aclaró antes de la elección que no apoyaría, ni votaría a favor de Clinton.
Publicado parcialmente en mamaejecutiva.net el 14 de noviembre de 2016
imagen Diagonal
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