Auguro un año de acusaciones y defensas que son sólo diálogos de sordos y de locos, porque en la política mexicana Morena, PAN, PRI, PRD y sus pequeños monstruosos satélites son exactamente los mismos nidos de corrupción.
Armando Enríquez Vázquez
Falta más de un año para las elecciones presidenciales de
2018 y la verdad es que ya estamos inmersos y hartos de las campañas que
iniciaron, por un lado, Andrés Manuel López Obrador al día siguiente de perder
las elecciones de 2012 y por otro, hace más de un año Margarita Zavala, Ricardo
Anaya, Jorge Castañeda y los que se van sumando y destapando día con día. Este
fin de semana el mismo Enrique Peña Nieto reconociendo que su gobierno y su
persona ya han sido rebasados dio banderazo a la sucesión presidencial, al
hablar de que el PRI no pacta derrotas y por otro lado al soltar las riendas a
su grupo opositor al interior del PRI, al perder la secretaria general del
partido y entregarla a una miembro de lo peor de los prinosaurios; Claudia Ruiz
Massieu, sobrina del expresidente Carlos Salinas, quien sigue manejando los
destinos del partido rey de la corrupción y la manipulación.
Hartos, también, estamos ya de las empresas encuestadoras
que solamente especulan con la realidad, para después salirnos con que una
encuesta es sólo una fotografía en un momento y otras escusas tontas para
justificar su ineficiencia, su falta de certeza y lo poco importante que
resultan las encuestas conforme pasa el tiempo y los ciudadanos confían menos
en ellas. Solo diarios como EL Universal y El Excélsior hacen constante uso de
ellas para reforzar su mensaje servil al PRI y otros clientes que pagan por su
publicidad.
Se nos augura un año de acusaciones y defensas que son
verdaderos diálogos de sordos y de locos, porque en la política mexicana
Morena, PAN, PRI, PRD y sus pequeños monstruosos satélites son exactamente los
mismos nidos de corrupción y forman todos parte de la mafia que controla y se
reparte la administración del dinero del país y que están muy lejos de ser
partidos que gobiernen, los ejemplos van de Veracruz, a Sonora, a la CDMX y a
los delegados que en esta ciudad son miembros de Morena, y cuyo ejemplo más
claro, son las acusaciones que a últimas fechas se han hecho sobre Ricardo
Monreal y a la actitud prepotente y arrogante que el delegado ha mostrado en
ocasiones como en el video contra la gente de la filmación de Alfonso Cuarón.
No quiero poner en duda la honestidad
valiente del mesías tabasqueño, pero algo afirma el dicho popular acerca de
aquellos que se rodean y se familiarizan con lobos, ahora imaginemos que sucede
cuando en vez de lobos son ratas.
Pareciera que México está condenado a los mismos políticos
de siempre, a su demagogia, a su populismo, pero ante todo a su arrogancia y cinismo.
Hace una semana vimos nacer un nuevo movimiento ciudadano y
supuestamente independiente, avalado por personalidades como Javier Sicilia,
Alfredo Figueroa Fernández, Denise Dresser, Sergio Aguayo. Como candidato a la
presidencia de México en 2018, el movimiento presentó a Emilio Álvarez Icaza,
quien fuera el ombudsman del Distrito Federal de 2001 a 2009. El movimiento que
se llama Ahora, propone la promoción de la mayor cantidad de postulaciones de
candidaturas independientes a los diferentes puestos de elección pública con
miras a las elecciones del 2018. Ahora propone ganar en las urnas lo que nos
han robado los partidos políticos, la democracia y entender que las
obligaciones ciudadanas no terminan en los pocos minutos que nos lleva emitir
nuestro voto. Ganar no solo la presidencia, si no todos aquellos puestos de
elección popular como diputaciones y senadurías que representen una verdadera
oposición a las decisiones de la oligarquía que hoy dicta acciones en México. Ahora
pretende en 7 meses reunir a 80,000 personas para seguir adelante, de lo
contrario el movimiento se disolverá, Ahora pretende construir un movimiento
popular que muestre a los políticos el hartazgo y la indignación de los
mexicanos por todos aquellos que escudados en la institucionalidad de sus mal
llamados partidos políticos se han dedicado a saquear al país, a cometer actos
de lesa humanidad con el tráfico de
medicamentos, que se dedican a robar las arcas nacionales, estatales y locales.
Aquellos que sin haber sido elegidos por los ciudadanos se ostentan desde
cargos públicos como las cajas chicas de dependencias y secretarias de
gobierno.
Sí a René Bejarano y a su Jefe Andrés Manuel se les olvido
ya como vimos todos al entonces coordinador parlamentario del PRD en la
Asamblea de Representantes del DF y otrora secretario particular de López
Obrador robarse hasta las ligas y a su ex jefe, Andrés Manuel, perdonarlo dándole
una prisión que parecía retiro, de la misma manera cómplice que hoy Peña Nieto
se hace de la vista gorda frente a los desfalcos en Veracruz, Chihuahua,
Quintana Roo, Durango y otros, a nosotros no tendría que olvidársenos todos
estos agravios que todos los partidos políticos han cometido en contra de los
mexicanos y de México.
No sé si es Ahora, pero para poder llegar a una gestión
ciudadana, para poder derrocar a la partidocracia hace falta mucho más que
buenas voluntades y mucho enojo disperso en pláticas de café o tertulias
caseras, necesitamos unirnos y no creer a ciegas, sino ver los resultados de
esa unión, porque tampoco se vale dejar morir solos a aquellos que como Pedro
Kumamoto o Manuel Clouthier Carrillo desde la independencia partidista luchan
solos contra congresos de la partidocracia. Ser más independientes que miembros
de partidos políticos es una meta de la democracia que necesita México, ya
basta de ver senadores, diputados, funcionarios y hasta empresarios chaquetear
sus cacareados y hasta presumidos ideales por sus intereses pecuniarios como ha
estado sucediendo al interior del PRD estos meses.
En 2017 veremos crecer las ambiciones de muchos políticos
que no se resignarán a ser dejados afuera de la carrera presidencial. Veremos
una lucha encarnizada al interior de la mafia
del poder, también conocida como partidocracia para ir poniendo la alfombra
roja para el mesías tropical que hoy empieza a aliarse con industriales tan
cuestionados como Alfonso Romo, aliado de Carlos Salinas de Gortari o Marcos
Fastlicht, suegro de Emilio Azcárraga Jean dueño de Televisa, lo cual resulta
revelador una vez más de la verdadera naturaleza y obsesiones de Andrés Manuel
López Obrador, así como de lo que es capaz para llevar a cabo su egoísta
obsesión.
Somos nosotros los millones de mexicanos que no formamos
parte de los partidos políticos, nosotros a los que cada idea idiota y reforma
estructural o superficial afecta de manera directa en nuestros bolsillos y en
el crecimiento y desarrollo del país que queremos para nuestros hijos. Los que
debemos decir basta, y no solo en las urnas, no solo en las manifestaciones que
ya parecen estar asimiladas por el caparazón de cinismo político, sino desde el
voto y la acción ciudadana de rechazo a todos y cada uno de los miembros de la
burocracia nacional.
Somos nosotros los que debemos frenarlos y de manera
pacífica y legal acabar de una buena vez con todos y cada uno de ellos. México
y millones de mexicanos creemos que merecemos algo mejor, pero debemos pelear
por él, porque ningún partido político, ningún político están dispuestos a
ceder un sola de sus canonjías en beneficio de nosotros.
publicado en blureport.com.mx el 8 de marzo de 2017
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