martes, 24 de julio de 2018

La Reina Melisenda de Jerusalén.



Como consecuencia de la I Cruzada se fundó el reino de Jerusalén y la reina Melisenda formó parte importante en la consolidación del reino y la lucha de la II Cruzada junto con su hijo.

Armando Enríquez Vazquez

A finales del siglo XI se fundó el reino de Jerusalén cuya historia se extendió hasta finales del XIII, su territorio abarcó los que son hoy partes de Israel, Palestina, Jordania y Líbano. Con capital en Jerusalén este reino tenía como uno de sus cometidos el resguardo del Santo Sepulcro y de la Tierra Santa.
El tercer rey de Jerusalén fue Balduino II quien se casó con Morfia de Melitene con quien tuvo cuatro hijas; Melisenda, Alicia, Hodierna e Iveta. Melisenda nació en 1105.
Por línea directa en una época en que poco se toleraba el poder de una mujer, el reino le correspondía a Melisenda y siendo la favorita de su padre, Melisenda no sólo recibió una educación para ser gobernante, si no que con los años Balduino II la incluyó en el gobierno del reino, incluso, comenzaron a gobernar juntos Jerusalén. Aunque Melisenda cobraba autoridad y reconocimiento con el paso de los años, su padre sabía que al morir él, no faltaría quien cuestionara el reinado de su hija, por lo que se dio a la tarea de buscar un candidato con el cual casar a Melisenda en beneficio de ella y su supremacía sobre el reino.
Balduino II escogió a Fulco de Anjou, un hombre mayor a cuarenta años y viudo, pero con poder y riqueza, un cruzado que sin duda ayudaría a Melisenda y Jerusalén con tropas, Fulco aceptó no sin antes el poner sus propias condiciones que consistían tener el mismo poder que Melisenda y no ser un simple príncipe consorte de la hija de Balduino II. Aceptada la demanda de Fulco, la boda se llevó a cabo en 1129, al año siguiente nació el heredero al trono el futuro Balduino III y Balduino II reforzó la posición de Melisenda como heredera a su trono nombrándola única tutora del bebé.
Balduino II murió en 1131, Melisenda y Fulco fueron coronados en conjunto como reyes de Jerusalén, pero Fulco apoyado por sus tropas comenzó a quitar poder a Melisenda y después la acuso de adulterio con un primo de ella, Hugo II de Jaffa, Hugo se levantó en armas en contra de Fulco. El conde de Jaffa, titulo nobiliario de Hugo, fue obligado al exilio por 3 años, poco después de la condena hubo un atentado contra Hugo del que se acusó a Fulco y sus aliados, esto sirvió de pretexto a Melisenda para contratacar y derrotar a Fulco que fue perdiendo poder dentro del reino, mientras que la reina fue recobrando el poder que su padre había pretendido que Melisenda tuviera. Los nobles de Jerusalén apoyaron a la reina. En esos años de reconciliación nació el segundo hijo de la pareja Amalarico. Fulco jamás intento de nuevo cuestionar, ni atentar contra el poder de su esposa. De hecho, respetó su poder y no tomó decisión alguna sin consultarla. Es en esos años cuando Melisenda muestra su poder y su noble forma de gobernar. En 1138 ordena la edificación de el gran convento de San Lázaro en Betania, poblado en el que Lázaro había vivido. Melisenda le otorgó al convento parte de las tierras fértiles de Jericó y nombró abadesa de este a su hermana menor Iveta. También se dice que Melisenda intervino en que su hermana Hodierna se convirtiera en condesa de Trípoli al mandar envenenar al heredero de ese condado que tenía más derechos que el esposo de su hermana. Apoyó la cultura y uno de los libros religiosos ejemplo del arte de la corte de Jerusalén que subsiste y se encuentra resguardado en Londres en el Museo Británico se conoce como el Salterio de Melisenda.
Fulco murió en 1143 en un accidente de caza. Melisenda llevó el luto y lloró a su esposo con verdadero sentimiento. Una vez muerto Fulco, Melisenda y su hijo fueron coronados para gobernar en conjunto ese mismo año, aunque en realidad se trató de una regencia disfrazada, pues Balduino III apenas contaba con 13 años. Pero cuando en 1148 Balduino III reclamó la propiedad de la corona con el apoyo de ciertos nobles de Jerusalén, Melisenda se opuso. Balduino salió a la guerra en una campaña en contra de Damasco parte de la II Cruzada que terminó con la victoria de los musulmanes y el fin de la II Cruzada.
Para 1152 el descontento de Balduino III con la fuerza de su madre, lo llevó a reunirse a escondidas con el Patriarca de Jerusalén para pedirle su coronación en solitario cosa a la que se rehusó el Patriarca, de la misma manera los nobles de Jerusalén fieles a Melisenda se negaron a apoyar a Balduino III. El joven monarca organizo entonces una marcha donde el de propia mano portaba una corona de Laurel en muestra de desafío a su madre y reina cogobernante.
Melisenda por su parte tratando de negociar con su hijo lo llamó y acordaron poner en manos de la Alta Corte de Jerusalén la decisión de quien debía gobernar el reino. La decisión fue que el reino se dividiera; Balduino III se haría cargo del Norte y Melisenda de las regiones más ricas como Jerusalén. Balduino no conforme con esta decisión atestó un ataque sorpresa a los dominios de su madre que había sido apoyada por lo nobles de Jerusalén y tomó los territorios que le habían sido asignados a Melisenda, tras una negociación a Melisenda y Amalarico se les reconoció el derecho de permanecer en Nablus, así como el hecho de que Melisenda gobernaría ese segmento del reino a perpetuidad. Las paces entre madre e hijo estaban hechas.
Balduino III fue un rey que siempre estaba en campañas militares por lo que se veía en la necesidad de abandonar Jerusalén con frecuencia y por periodos de tiempo importantes, al poco tiempo el rey se dio cuenta de que no podía confiar en nadie al interior de la corte y depositó en Melisenda la confianza que le permitía a ella tomar las decisiones importantes del reino durante las ausencias de Balduino III.
Esto muestra que sin importar la rivalidad entre madre e hijo ambos eran capaces de reconocer la capacidad del otro y ser además leales uno al otro.
Melisenda murió el 11 de septiembre de 1161 en Jerusalén, cuidada por sus hermanas Hodierna e Iveta. Balduino III habría de morir al año siguiente sin herederos por lo que Amalarico se convirtió en rey de Jerusalén.

publicado en mamaejecutiva.net el 16 de julio de 2018
imagen wikipedia.org

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