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martes, 18 de abril de 2023

Estupidez.

 




La censura nace de la ignorancia, del odio y de la falta de reflexión, hoy son tiempos perfectos para destruir obras de arte por estulticia.

Armando Enríquez Vázquez

Leo que tanto la obra de Roald Dahl, como la de Agatha Christie están a revisión por las casas editoriales para convertirlos en lecturas políticamente correctas, acordes a la forma del ver el mundo de los millenials, esa generación triste generación de cristal, hecha de berrinches y caprichos, con la esperanza de recuperar ventas entre los miembros intolerantes de una sociedad que se presenta como liberal, pero que en realidad es reaccionaria y represiva a nivel mundial como tal vez no se veía desde la Santa Inquisición, una generación que además no lee, por lo cual esta forma de censura es doblemente absurda y también comprensible.

Películas de Disney han sido guardadas en las gavetas del olvido por ese mismo racionamiento absurdo que desde un discurso fascista intenta borrar el pasado y la historia de la humanidad porque no es cómodo para una generación frustrada y llena de muchos rencores.

Los triunfos de Trump, Bolsonaro, Lula, Evo Morales, López Obrador son sólo reflejo de lo que es la democracia para estos radicales. Esa democracia que ya el mismo Platón ya denunciaba como ejemplo de un gobierno corrupto y que cuando llega a manos de un populista se acerca a la autocracia y al caudillismo tan común en América Latina desde la independencia de sus diferentes naciones, sólo es el antecedente de las debacles económicas y sociales.

Nadie más intolerante que la mayoría millenial, nadie mejor representado por un gobierno que divide a sus gobernados que la mayoría millenial. Para esa gran parte de la población que cree en un mundo blanco y negro. Que piensa que con sólo pensarlo desaparecerán injusticias de todo tipo, se les olvida algo muy importante: La historia se repite y como cita de lugar común, por ponérselos fácil, porque al ser ignorantes y presumirlo desprecian el conocimiento del pasado.

De los jóvenes fascistas de la Italia previa a la II Guerra Mundial y los nacionalsocialistas que erigieron a Hitler como un dios a los redneck norteamericanos, a los seguidores fanáticos de Evo Morales y los demás pseudo lideres izquierdistas, émulos de dictadores que padecemos en América Latina o en ciertas naciones del este de Europa no existe la mínima diferencia. La pobreza y la esperanza ciega e irreflexiva son parte importante de estos grupos que sin empacho apoyan los embates de intolerancia, censura y represión de sus líderes.

Pero existen otros una minoría pensante, letrada y con el mismo odio al otro que tenían los líderes Nazi, los fascistas y los comunistas cuyos intereses son contar la historia con un sesgo particular y no permitir a los que piensan diferente contar su versión de los hechos y que tiene su cúspide en esa intervención por demás estúpida de obras de arte que ellos, esa minoría de malintencionada y llena de prejuicios, a veces rencores se asusta de descubrir, porque de una manera se descubre a sí misma y entonces la solución es prohibir, modificar, mentir. Apartar al arte y su discurso de la realidad para romantizar y manipular la obra que les incomoda o simplemente mandarla al baúl del ovido.

La reflexión y la tolerancia no existen; Feministas radicales, miembros de la comunidad LGBT y aquellos que se les olvida que el español es muy claro y no tiene cabida para la estupidez de la e, para eso existe desde siempre un género neutro en nuestro idioma son parte de ese mosaico de la ignorancia y intolerancia.

La inclusión forzada es llanamente estulticia e intransigencia. Es una forma de censura a la libertad creativa de los autores quienes son capaces por sí mismos para definir y crear la apariencia racial, género y preferencia sexual de sus personajes y la trama arco narrativo en el que sus personajes se mueven. Peor aún se han enfocado en autores muertos que no pueden defender su trabajo, entonces peor aún son seres cobardes. Esos reaccionarios e intolerantes que se presumen mayoría, son tan sólo merolicos para que los productos y mercadotecnia aprovechen el importante factor de ingresos económicos que representan y por eso existe una política comercial que favorece el discurso de una minoría sustentada en la avaricia.

Durante el renacimiento, esa supuesta era del crecimiento humano, la retrograda Iglesia Católica Apostólica y Romana decidió atentar contra la obra de artistas del siglo XV a los que los jerarcas de ese mismo credo habían autorizado a mostrar el cuerpo humano desnudo en las capillas y templos católicos. Surgieron así los llamados bragueteros que ocultaban los penes, vaginas y senos en los frescos de sus antecesores, con el tiempo la obra real fue recuperada y trabajo de los bragueteros desaparecido. Así habrá de suceder con las estulticia que inicia con los libros infantiles de Roald Dahl, Agatha Christie y los estudios Disney. El paso del tiempo habrá de nulificar la censura de los estultos y regresaran la obras en su real magnitud.

Henrik Ibsen, el gran dramaturgo noruego, alguna vez dijo: La minoría siempre tiene la razón, y sin embargo como en tantas otras ocasiones hoy vivimos en un tiempo de excepción en el que la intolerancia alimenta ideas idiotas que ciegamente una generación irreflexiva e intolerante está dispuesta a imponer, sin darse cuenta de las posibles consecuencias de su estupidez.

lunes, 11 de febrero de 2019

La nueva pataleta de una industria incompetente.




El negocio del futbol soccer ha pertenecido por décadas a los canales de televisión privada, ahora que la televisión de paga tiene derechos sobre algunos equipos, la crisis de las televisoras los obliga a chillar.
Armando Enríquez Vázquez
El viernes 8 de febrero durante la conferencia mañanera del presidente López Obrador, una periodista sembrada por alguna de las televisoras privadas preguntó al presidente como se piensa actuar contra el monopolio de Disney que controlará los canales deportivos de paga en México, pues ESPN es parte de Disney y la adquisición de Fox en Estados Unidos contempla el canal deportivo de Fox en América Latina.
La periodista desvió la atención de los problemas nacionales al problema particular que enfrentan hoy las tres televisoras nacionales ante la llegada de un nuevo monstruo de la televisión deportiva. Hoy Televisa, TV Azteca e Imagen TV dueños de clubes deportivos de futbol creen ver amenazada su hegemonía corrupta sobre el futbol mexicano, y deciden poner en la plataforma del gobierno federal para intentar de manipular el nacionalismo ramplón de López Obrador y la Cuarta Transformación para intentar un bloqueo a ESPN que es la cadena de Disney que según los rumores tomará las riendas de Fox Sports en nuestro país y en todos los países de habla hispana del continente.
Las audiencias de las televisoras privadas abiertas crece con la transmisión de los juegos de futbol, como sucede en la mayoría de las televisoras del mundo y en realidad se convierten en los únicos espacios que les son verdaderamente redituables a las mismas. Y lo que más debe preocupar a las televisoras es que la liga femenil está cubierta por las televisoras de paga, pues quedan totalmente fuera del pastel económico de esta liga que esta creciendo de manera exponencial en audiencias debido a la calidad de juego y de las jugadoras a comparación de la mediocre liga varonil.
Pero lo más curioso que Televisa fue la primera en cobrar por ciertos partidos en sus plataformas de televisión de paga y ahora cuando como empresa se encuentra en la peor crisis de su historia que amenaza con acabar con ella comienza a llorar. Esta es la misma empresa que con su bancada en el Congreso de la Unión bloqueo el crecimiento del espectro de televisión con tal de no darle un espacio en el aire a Carlos Slim.
Si bien el presidente dio, como es su costumbre, una respuesta vaga e imprecisa, al otro día tanto los diputados y senadores metieron el tema en la agenda de las cámaras, lo que demuestra la existencia de las telebancadas a pesar de lo que dice el presidente del conflicto de intereses. Lo mismo sucedió con medios afines a la empresas de televisión como sucedió con El Universal en su primera plana del domingo.
Nadie ha hecho más daño a los deportes en México, a su promoción y a la corrupción del futbol que Televisa y lo logros reales de este deporte han sido nulos en toda su historia. Fue Emilio Azcárrga Milmo a través de su empresa Televisa la que se encargó de convertir al futbol en el deporte favorito de los mexicanos porque para él resultaba un negocio millonario como dueño de un equipo de futbol, el primero en abollar un poco la corona fue José Ramón Fernández desde IMEVISION, más tarde los primeros golpes duros vinieron al crearse TV Azteca y adquirir a equipos como el Morelia. Más tarde cuando Slim compró el León y se lo llevó a Fox Sports junto con el Pachuca por las condiciones leoninas del duopolio, finalmente la llegada del rebelde Vergara con sus Chivas y todos los negocios que ha hecho a costillas de la incapacidad de Emilio Azcárraga Jean a quien no se ha cansado de verle la cara y sacarle millones de dólares. La compra del club Querétaro por parte de Imagen TV, representó la ultima fragmentación de un pastel que no es tan interesante ya cuando alguien tiene que transmitir los juegos del Veracruz o de otros equipos mediocres y sin afición que sólo representan más gastos que regalías.
 Pretender que el gobierno intervenga en favor de las empresas que no pueden mantenerse de otra manera, es una vergüenza y habla del tipo de favores a los que las empresas de televisión están acostumbradas a recibir del gobierno, es la peor de las estrategias posibles, pues puede provocar un choque de frente, otro con el gobierno de Estados Unidos que busca pretextos para sabotear el acuerdo comercial de América del Norte. Mantenerse primero como un monopolio, después como un duopolio y hoy con tres canales con cobertura de cadena nacional cimentados en el servilismo al gobierno y la poca creatividad de su producción que en el mejor de los casos resulta mediocre, cuando no vergonzante como el caso del Canal 6 de la Ciudad de México propiedad de Multimedios, la televisión privada no puede mantenerse de los favores del gobierno, en la teoría de la Cuarta Transformación ni siquiera debería ser posible.
Mal haría el presidente en meterse en un tema que es del sector privado, pero si ya se puso a mediar en las ligas de Beisbol, no dudaría que en su espíritu mesiánico y totalitario intente meterse en el asunto. Espero equivocarme.


jueves, 27 de diciembre de 2018

Desencanto la llegada de Matt Groening a Netflix



Desencanto me dejó con un extraño sabor de boca. Matt Groening en su mejor estilo ácido y crítico y sin embargo repetitivo de lo que ha hecho ya.

Armando Enríquez Vázquez

Tras la compra de 20th Century Fox por parte de Disney se ha especulado mucho acerca de la permanencia, incluso de la sobrevivencia de Los Simpsons. Conforme al contrato existente aún queda una temporada por entregar; la número 30. Lo que pase con la temporada 31 aun es un enigma.
Hay ejecutivos de Fox que aseguran que la serie se mantendrá y que la parte de televisión que no fue vendida llegará a un acuerdo con la empresa del ratón para adquirir los derechos de la serie de la familia amarilla y que las dos empresas ganen.
Y mientras estos dos corporativos discuten el futuro de la serie animada más exitosa en la historia de la televisión, su creador Matt Groening realizó una serie para Netflix; Desencanto.
La primera entrega de la nueva serie consta de diez capítulos, a diferencia de los 22 de los que consta una temporada de Los Simpsons. Los que creo resultaron insuficientes para cimentar las situaciones con las que se pretende enganchar al espectador con la historia y los personajes. En el caso de Desencanto se nota que Groening está acostumbrado al ritmo y características de Los Simpsons y que después utilizó para Futurama de capítulos unitarios, por lo que las líneas argumentales de las que requiere una serie de Netflix se revelan tarde en la temporada haciendo pensar en porque se perdió tanto tiempo de la serie en ponerlas sobre la mesa. Groening señala que los primeros capítulos están llenos de pistas para quienes observan con cuidado la serie, pero esto debe ser un bonus, no algo en lo que el creador y los escritores puedan confiar para que el espectador común descifre la trama en una primera lectura.
Esto no hace mala a la serie, pero si causa la sensación en el espectador de ser manipulado, con una serie de capítulos unitarios donde las tramas generales no tienen la importancia que muestran al final de la primera temporada.
Desencanto se sitúa en un mundo imaginario de princesas, duendes, elfos y razas fantásticas, como si fuera un cuento de hadas. El personaje principal es la princesa Bean, una princesa rebelde mucho más cercana a Bart Simpson como adolescente irrespetuosa que a las princesas de Disney encapsuladas en un rol femenino. En el primer capítulo Bean se rebela durante de su boda, un matrimonio arreglado a conveniencia de su padre. El novio, en un momento de ese humor negro de Groening que tanto gusta, queda muerto al agacharse por el anillo de bodas y atravesar su cabeza con una espada de un trono similar al de Juego de Tronos. Groening tampoco abandona sus guiños a hechos de la cultura contemporánea. Como en muchas historias de aventuras Bean tiene dos compinches; un elfo verde que físicamente nos recuerda a Bart llamado Elfo, quien ha sido expulsado de las tierra de los elfos por su incapacidad para ser alegre y disfrutar de la vida cursi que llevan los elfos todos los días. Elfo abandona su tierra y a su amante una elfa promiscua. Y Luci un pequeño demonio negro que tentará a Bean para siempre tomar decisiones equivocadas, algo que no siempre es necesario, Bean es capaz de tomarlas sin la intervención de Luci. El pequeño demonio, al que el rey siempre confunde con un gato, ha sido enviado por un par de personajes que nunca conoceremos a fondo, ni sus verdaderas intenciones y que recuerdan a los marcianos de Los Simpsons siempre voyeristas de lo que sucede en Springfield.
Salvo este par de personajes nada nos prepara para el desarrollo de la gran línea argumental que se devela en el último capítulo y que es el cliffhanger para la segunda temporada.
Desencanto me dejó con un extraño sabor de boca. Matt Groening en su mejor estilo ácido y crítico y sin embargo repetitivo de lo que ha hecho ya, algunas de las ideas en Desencanto parecen gastadas y situaciones que deberían o en otro tiempo resultaban graciosas ahora no lo son. En Desencanto están muchos de los personajes de las otras series de Groening, ya mencioné las características de Bart que están en Bean y Elfo, y a los marcianos, Lucy el demonio recuerda por momentos a Bender el cínico y políticamente incorrecto robot de Futurama.
Es normal que después de dos series exitosas y que tienen más cinco temporadas cada una, Groening se repita o sienta que su fórmula es correcta e infalible. Baste recordar que Futurama tuvo dos etapas; la primera producida por Fox de 1999 a 2003 y de 2008 a 2013 Comedy Central produjo nuevas temporadas.
Pero en defensa de Desencanto debo decir que los personajes; los tres principales, la madrastra réptil, el rey, los principales ministros del reino, resultan frescos en esa narrativa medieval y de cuento fantástico. Género que durante los últimos años se ha visto influenciado por las extraordinarias creaciones de J.R.R. Tolkien, así como por la malévola y retorcida, no por eso menos extraordinaria de George R.R. Martin. Ambos autores nos han llenado de personajes muy sólidos y demasiado humanos, mientras que los personajes de Desencanto son irreverentes y desenfadados, divertidos. Utilizando elementos de los mundos creados por dos de las mentes más creativas de la literatura fantástica Groening se encarga de inyectar la mirada de la generación que creció con sus programas y a la que etiquetamos como Millennials. Problemas que son contemporáneos, tratando de romper con las reglas que se han establecido como lugares comunes del género.
En una entrevista con el periodista Dave Itzkoff del New York Times a principios de agosto pasado Matt Groening habló de otras influencias que están en Desencanto y mencionó películas como Jabberwocky de Terry Gillian, Monty Python and the Holy Grail, y El viaje de Chihiro de Hayao Miyazaki.
Desencanto es una nueva aventura tanto para Groening, como para todos sus fans, una aventura que nos obliga a entender que como en el caso del libro nuevo de uno de nuestros autores favoritos, muchas cosas que nos gustan estarán ahí porque son parte del ADN del creador, pero también habrá otras nuevas que nos habrán de llamar la atención para bien.
Netflix confirmó en octubre una segunda temporada de la serie, aunque aún falta el estreno de otros diez capítulos que forman la segunda parte de la primera temporada. Creo que a pesar de no tener un gancho tan poderoso como otras series, ver más capitulos de Desencanto no estaría para nada mal.

una primera versión se publicó en roastbrief.com.mx el 17 de septiembre de 2018
imagen Netflix

miércoles, 20 de junio de 2018

La llegada de Amazon y el final de Blim.



No han pasado ni dos años de esto y el fracaso de Blim ha sido tan estrepitoso que la empresa de televisión anunció una alianza con Amazon para la creación y distribución de contenidos. 


Armando Enríquez Vázquez


Con la arrogancia inherente a la empresa, Televisa anunció en 2016 el retiro de sus contenidos de Netflix, se decía lista para lanzar su propia plataforma en Internet para ganar en los mercados hispano hablantes.
No han pasado ni dos años de esto y el fracaso de Blim, la plataforma en Internet de Televisa ha sido tan estrepitoso que apenas el pasado viernes 23, la decadente empresa de televisión anunció una alianza con Amazon para la creación de contenidos. Blim nació condenado a morir, primero con ese nombre y segundo iniciando su servicio con una serie española de la que Televisa compró los derechos para tropicalizarla y destruirla: Grand Hotel.
Manipuladores de la verdad, como lo han sido desde la llegada de Emilio Azcárraga Milmo a la presidencia de la empresa que fundó su padre, Televisa da una versión sesgada de la nota que retrata a la compañía como una fuerte empresa, cuando lo único que existe detrás de la nota es la agonía que vive la empresa.
La historia es diferente de acuerdo con los medios norteamericanos, Variety por ejemplo, y con los especializados en contenidos y televisión; el acuerdo entre Amazon y Televisa esta muy lejos de ser una alianza y es un acuerdo comercial donde la empresa de Jeff Bezos comprará contenidos a Televisa, series de 8 a 10 capítulos sin especificar cuantas a través de una división de la empresa llamada Televisa Alternative Originals o TAO. Un acuerdo comercial como muchos otros que tiene la empresa de Jeff Bezos. El portal Televisión Hispana reportó el día anterior al anuncio de Televisa, que la empresa mexicana cayó en la venta anual de contenidos en más de 7% con respecto a 2016 y aunque en general se mantiene por arriba de TV Azteca en los números totales, la televisora de Salinas Pliego reportó una venta mayor en 11% al año pasado en cuanto a sus contenidos.
La producción de series de tan cortas duración es algo que no se sabe hacer al interior de Televisa y que los productores y escritores de la empresa desprecian sentados en la seguridad y confort de sus infumables y eternas telenovelas. Las llamadas series que Televisa produjo al interior de su empresa o vendió a canales extranjeros, el caso de El Dandy, por ejemplo, incluyen setenta capítulos de confusión y las clásicas tonterías melodramáticas y sin estructura típicas del grupo. Las mejores series de televisa están muy lejos de haber sido desarrolladas por la gente de la empresa y son en gran número franquicias que se compraron en Argentina como Mujeres Asesinas o Los Simuladores.
Lo que sí queda claro con esta operación mercantil de compra y venta es la poca capacidad de entender a las nuevas audiencias por parte de Televisa, demuestra también lo desprestigiado de la marca y muy seguramente provocará la desaparición de Blim y de esta manera el primer gran fracaso de la nueva presidencia dividida de una Televisa sin un Azcárraga al frente y el triunfo de la gente de Univisión en la destrucción del otrora gigante de la comunicación al que las malas decisiones y la arrogancia de sus directivos destruyeron en menos de veinte años.
Conforme a notas financieras de esa misma semana el único negocio sano de Televisa es su televisión por cable, lo que suena lógico porque la mayor parte de los contenidos no son de Televisa, sino de las empresas extranjeras que rentan sus contenidos a las cableras como Izzi.
La falta de músculo al interior de Televisa y el pésimo posicionamiento de la marca suceden en un momento crítico en la evolución del medio, con la compra que a finales del año pasado hizo Disney de Fox, el crecimiento de Netflix, Hulu y la fuerza de Claro Sports en materia de derechos de eventos deportivos internacionales, Televisa se ha quedado sin oportunidades.
Televisa pelea como gato boca arriba, pero en su parrilla de televisión abierta la desesperación de la empresa es tal que en sentido financiero ha anunciado nuevos esquemas de comercialización en sus canales que le permitan respirar económicamente y en cuanto a contenidos no tiene empacho alguno de piratearse los contenidos exitosos de TV Azteca mostrando la falta de talento.
Todo parece indicar que la pelea ya está decidida, que únicamente es cuestión de tiempo para que escuchemos el estertor final de Televisa.


publicado en roastbrief.com.mx el 26 de febrero de 2018

miércoles, 11 de abril de 2018

Disney, Netflix y todos los demás



Cuando el año pasado Disney anunció la compra de Fox, anunció de manera tácita una nueva revolución por venir a en las plataformas de entretenimiento.

Armando Enríquez Vázquez.

Tras el anuncio de la compra de gran parte de Fox 20th Century por parte de Disney, lo que queda claro es la intención de Disney por atacar de manera frontal y monopólica a los estudios de cine de Hollywood, por un lado, y por otra la decisión de intentar vencer a su principal competidor en la producción y distribución de contenidos por Internet: Netflix.
La compra es también, una respuesta a la serie de perdidas que la división de televisión de paga de Disney ha sufrido en los últimos años. Dueña de los canales infantiles de Disney, así como de ESPN, la empresa ha visto una baja considerable en los suscriptores conforme avanza la década. En septiembre de este año, los números de suscriptores de la televisión de paga para los canales de Disney cayeron de manera manifiesta una vez más en el año, marcando la tercer peor pérdida en ese sentido en diez años, en especial los números de ESPN fueron desastrosos. Las acciones de Disney habían perdido más del 7% antes del anuncio de la compra de Fox.
Las dos divisiones de Fox que no fueron adquiridas por Disney fueron Fox News y Fox Sports. Las divisiones más sanas y competitivas de Fox. Sin embargo, el trato sí incluye 22 canales regionales de Fox dedicados a deportes locales qué de acuerdo con los directivos de Disney, ayudarán a sanear los problemas económicos de ESPN. Estos canales locales representaron una de las mayores fuentes de ingreso para Fox el año pasado y muy probablemente afecten la operación de Fox Sports. Estos canales locales seguramente llevarán, una vez que la compra sea aprobada por las autoridades regulatorias de Estados Unidos, la marca ESPN.
La parte a la que se la dado mayor publicidad se refiere a la propiedad de Disney en franquicias como el universo de Marvel, que incluye a los X-Men, Deadpool, los Simpson y otras series exitosas de televisión. Los especialistas se han centrado en hablar y escribir acerca de los cambios radicales que está por sufrir la industria del entretenimiento incluido el cine con esta compra, como si no fuera a existir una reacción por parte de las empresas que afrontarán la embestida de Disney.
Lo cierto es que existen aún cosas en las que Netflix supera y tendrá tiempo de explotar en contra de Disney, cuya plataforma de Internet supuestamente está anunciada para 2019. Esto también puede cambiar y es que Hulu que tenía participación tanto de Disney, como una participación mayoritaria de Fox que pasará a Disney con la compra de las diferentes empresas de Fox, podría ser utilizada por Disney como su punta de lanza en contra de Netflix y Amazon adelantando el lanzamiento de su plataforma en Internet. Un reto importante para Disney será poder abandonar el tipo de contenidos con el que siempre ha bombardeado al mundo y que es rechazado por millones de consumidores por considerarlo naive y predecible, a diferencia de producciones como Dark, Game of Thrones, Sons of Anarchy, The Wire, Los Soprano, entre muchas otras series exitosas que difícilmente se producirían bajo la visión mojigata de Disney.
La producción internacional de gran calidad que a lo largo de estos años ha logrado Netflix y el ataque a mercados regionales, es algo que Disney no ha hecho de manera relevante en su historia y a pesar de tener sus canales para niños tropicalizados en materia de conducciones, las series siguen siendo las series americanas, y en el peor de los casos han contratado chabacanas, bufonescas e idiotas producciones de Televisa y/o productoras argentinas, que piensan que los niños tienen el mismo coeficiente intelectual de sus escritores y productores, para Latinoamérica que son fácilmente desechables.
Indudablemente HBO se verá gravemente afectada por este movimiento, ya se encuentra en un gran problema al acercarse al final de Game of Thrones y no tener nada con que sustituir a la serie más exitosa en la historia de la televisión. Obviamente como otras cadenas de televisión de paga que tienen plataforma en Internet un movimiento como el que puede hacer Disney los puede borrar del mapa.
Estos cambios en el ámbito tanto de la televisión de paga, la industria cinematográfica y los contenidos de entretenimiento en Internet afectan no sólo al mercado global de la producción, sino a todos los mercados regionales. En el caso especifico de México donde la tendencia entre los mexicanos a obtener sus contenidos de Internet tiene una preferencia mayor plapor Netflix, las dos principales plataformas de entretenimiento en Internet; Clarovideo y Blim, lo suficientemente enanas para no influir en el mercado latinoamericano y mucho menos a nivel global, deberán replantear hasta su existencia misma. De hecho, Blim parece a punto de desaparecer por su poca importancia en el mercado.



publicado en roastbrief.com.mx el 18 de diciembre de 2017

jueves, 14 de diciembre de 2017

Sportflix, Disney, Netflix y lo que falta.



Las cosas y los negocios cambian de manera constante en Internet y los oportunistas están a la orden del día.

Armando Enríquez Vázquez

No hay paso atrás; los nuevos medios de entrenamiento y de distribución de contenidos ya no están en los medios de comunicación convencionales y mucho menos en el más popular del siglo pasado; la televisión. Los movimientos más fuertes en cuanto a búsqueda y creación de audiencias, así como de negocios, se dan hoy en Internet.
Disney anunció que dejará de vender sus contenidos a Netflix. Disney es una de las más importantes productoras de contenidos a nivel mundial, no sólo por la empresa madre que representa una buena rebanada del pastel del mercado infantil, no sólo con sus programas de televisión y películas para televisión que por lo general se exhiben en sus canales, tampoco con toda la mercancía que crea alrededor de cada una de sus franquicias. Disney es mucho más que sólo películas para niños y parques de diversión. Disney es ESPN, el canal de televisión abierta de Estados Unidos ABC y sus filiales, la cadena A&E d televisión de paga, Marvel, Pixar y Lucas Film entre muchas otras empresas muy exitosas. En los primeros días de diciembre Disney ha anunciado la compra de una buena parte de Fox, incluidas las cadenas internacionales. Disney se prepara para atacar de manera frontal a Netflix, pues además se hará con la mayoría accionaria de Hulu que era otra de sus competencias potenciales en el mercado de Internet.
Por su lado, Netflix, sin lugar a duda es el gigante de Internet y además, el que con estrategias agresivas ha roto con los paradigmas del Internet, las series y el cine. Netflix ha provocado el cambio y la evolución de los medios, obligando a muchos medios y plataforma a bailar al son que dicta Netflix.
Amazon, Crackle, HBO, Hulu y FOX, estas dos últimas recién adquiridas por Disney, son algunos de sus competidores directos, mientras que en el mercado en español la competencia es tímida y mediocre, la encabeza Clarovideo y después con una audiencia mínima Blim. También los canales españoles RTVE y Antena tres ofrecen algunos de sus programas vía streaming. De acuerdo con una encuesta de Usuarios de Servicios de Telecomunicaciones, publicada en el diario El Economista, en México Netflix goza con el 70% de preferencia, Clarovideo con el 35% y Blim sólo el 3%.
El anuncio de la entrada de lleno de Disney en el mercado del Internet plantea la necesidad de que los pequeños, o sea todo aquel que no es Netflix, comience a prepararse a producir para competir.
Pero no sólo los contenidos de entretenimiento están en Internet, algo que sin duda se ha mantenido como el fuerte de los canales de televisión abiertos son los deportes, sobretodo la liga mexicana de futbol, llamada Liga MX, que goza de espectadores dispuestos a prender su aparato de televisión al menos dos horas a la semana.
Aunque existen ligas como la NFL, la MLB o la NBA que ya ofrecen a los aficionados servicios de streaming y muchos otros que son streaming pirata que hace que los aficionados a los deportes no dependan de estar conectados a su televisor para ver un partido, y tampoco se limita a un juego contratado por un director de programación o a lo que les alcanza económicamente a las empresas a contratar como sucede a Televisa con la NFL. El problema actual es que cada liga te cobra por separado su servicio lo cual se convierte para aquellos que gustan de más de un deporte en una renta alta.
En julio y agosto de 2017 se anunció en México acerca de una nueva plataforma mexicana en su origen llamada Sportflix la cual comenzaría a operar supuestamente a partir del 30 de agosto distribuyendo contenidos deportivos de las grandes ligas deportivas. El vicepresidente de esta plataforma; Matías Said, declaró en su momento que el servicio que tendría un costo de entre 20 y 30 dólares mensuales. Este hombre aseguró estar en contacto y haber conseguido ya acuerdos con Televisa, Azteca y otras empresas deportivas, así como con algunas ligas como NFL, NBA o NHL. En entrevista con El Economista, Said, habló de contar con unos 20 socios inversionistas de los que no reveló nombres aclarando que eso sucedería en el momento en que la empresa salga de manera pública a cotizar en la bolsa de valores.
Al intentar encontrar datos sobre quien o quienes son los dueños de esta nueva plataforma, la información es nula, y no me queda claro porque empresas como Televisa o TV Azteca habrían de arriesgar contenidos que son de los pocos que les aseguran audiencias hoy en día, a menos de que ellos sean parte de esta iniciativa.
Poco antes del supuesto lanzamiento de Sportflix, Fox Sports Latinoamérica salió a desmentir a Saíd sobre las supuestas negociaciones y acercamientos con la empresa. Puntualmente Fox Sports aclaró que sus contenidos son únicamente de su propiedad y nadie más tiene permiso para transmitirlos.
Ni TVAzteca, ni Televisa, ni ESPN se manifestaron al respecto. Said nunca salió a aclarar acerca de porque la plataforma deportiva por Internet nunca salió al aire y si tuvo suscriptores. El IFT tampoco salió a declarar nada al respecto como lo hizo su momento con ChivasTV. Sólo el IMPI inició investigaciones sobre la posible violación de derechos de autor, pero nunca se supo más al respecto. Los canales de paga, como Milenio que promocionaron la plataforma, mantuvieron el mismo silencio y Sportflix parece haber sido una estafa más contra los consumidores mexicanos de deportes. Sería interesante saber quién está detrás de Sportflix y las razones que tuvo para hacerlo. El sitio de Sportflix ya no existe.
La idea de Sportflix no es mala, muchos de los fanáticos de los deportes que conozco estaban más que entusiasmados frente a esta nueva plataforma. A principios de 2017 el director de la liga española de futbol declaró su interés por asociarse con Netflix para la distribución a nivel mundial de los partidos de la liga, olvidándose así de todos los pequeños contratos que hoy tiene que cubrir con diferentes empresas como SKY o Televisa.
La evolución de Internet y de las plataformas en busca de una mayor audiencia es y será el pan diario nuestro de productores, escritores, guionistas, creadores, publicistas, agentes y mercadólogos durante los próximos años y son este tipo de noticias y hechos los que nos abren o cierran nuevas oportunidades de negocio a todos, lo que hay que tener en cuenta es que nadie tiene claro cuándo, ni cuánto tiempo habrá de llevarle a las aguas asentarse y no debemos perder de vista que los vivales están sueltos.

publicado en roastbrief.com.mx el 14 de agosto de 2017. 
modificado el 14 de diciembre de 2017

miércoles, 20 de septiembre de 2017

De películas hackeadas y fracasos en la pantalla grande.



Durante la misma semana en que el virus Wanna Cry puso a miles de empresas en jaque, otro grupo o tal vez el mismo, comunicó a una importante firma de entretenimiento un ataque, pero no fue el único. 

Armando Enríquez Vázquez

En tiempos del Internet y en la misma semana en que el ataque cibernético con el virus Wanna Cry puso a miles de empresas en jaque, otro grupo o tal vez el mismo, comunicó a la dirección de Disney el robo de una película y amenazó con presentarla por segmentos en Internet si la empresa productora de entretenimiento no paga una recompensa en Bitcoins.
El CEO de Disney Robert Iger hizo el anunció al mismo tiempo que aseguró que la empresa no pagará ninguna cantidad de dinero. Hasta el momento no se ha querido dar a conocer de qué película se trata. Las especulaciones dicen que se trata de Pirates of the Caribbean; Death Men Tell No Tales. Que debe estrenarse el 26 de mayo y otros especulan que la película en cuestión es Cars 3 que se estrena a mediados de junio. El asunto no parece trivial cuando esta solicitud de rescate surge después de una similar hecha a Netflix, que, también se negó a pagar cualquier suma de dinero, los secuestradores hicieron públicos 10 de los 13 capítulos de la nueva temporada de Orange is the New Black que se estrenará el 9 de junio.
El responsable, al menos en el caso de Netflix, es un grupo que se ha autonombrado como Dark Overlord y a través de una cuenta de Twitter, se burló y amenazó a la cadena, a través de la misma red social ha dejado ver la posibilidad de tener producciones de otras cadenas como Fox. Incluso, este grupo asegura tener en su poder más material de Netflix.
En el caso de Disney no se ha querido decir, sí ya se conoce al autor del robo del material y como fue sustraído. Lo que queda claro en el caso de Netflix es que material fue extraído de las computadoras de la casa postproductora.
El problema más allá del tecnológico, que supone actualizar software y cambiar contraseñas, en la escala más básica y un encriptado correcto de los materiales, supone un nuevo reto para los creadores, productores y distribuidores de contenidos, la forma en que tienen de trabajar y sobretodo la manera de compartir en varias etapas de la producción su material, incluso debe plantear variaciones en el modelo de negocio. Ya hace dos años HBO sufrió un problema similar con Games of Thrones, aunque en aquella ocasión el culpable de compartir el material fue un pseudo critico de televisión al que se le hicieron llegar los primeros cuatro capítulos de la quinta temporada. Hasta el momento las casas productoras se han negado a pagar las recompensas, aunque de acuerdo con las sugerencias del FBI debería ser todo lo contrario, pagar el dinero puede ahorrarles a las empresas enormes dolores de cabeza y sobre todo recuperar sus materiales y archivos.
Por otro lado, aunque Netflix ha desarrollado exitosos modelos de negocio, parecería que por primera vez el nuevo gigante de la producción de entretenimiento sufrió un descalabro. En la proyección en el festival de Cannes de la película, Okja, dirigida por el director coreano Bong Joon Ho y producida por Netflix, el público asistente abucheó el filme de tal manera que la función tuvo que ser suspendida. La crítica acerca de los formatos y lugares de exhibición de una película que inició el director del jurado del Festival este año; Pedro Almodóvar, sólo demuestra la cerrazón mental de ciertos snobs a una realidad que ya los rebasó. Tilda Swinton, actriz en la cinta de Netflix, así le contestó al español: Muchas de las películas que se exhiben en Cannes, no son vistas por la gente en el cine. E hizo referencia a la importancia democrática que representan hoy las plataformas digitales y el acceso cada vez más mayor a ellas.
No deja de llamar mi atención que en el caso de Orange is the New Black, los dos últimos capítulos de la temporada no fueron expuestos por los hackers, bajo el argumento de que los materiales que ellos consiguieron aun no estaban terminados de editar, como no deja de llamar mi atención en el de Disney, el que a menos de una semana de estrenarse la película no se ha vuelto a decir nada, sobre el asunto.
Es muy probable que Okja, tras esta polémica, será un éxito para Netflix en cuanto esté disponible en su plataforma. Es un hecho, también que mucha gente querrá ver Orange is the New Black temporada 5 y la nueva entrega de Piratas del Caribe, todas envueltas en estos escándalos de robo de materiales, ¿no habrá detrás de todo el aparato amarillista de robo de información una estrategia para atraer público a producciones que al final no habrán de resultar tan interesantes, ni atractivas como el halo del robo las puede presentar?

publicado el 22 de mayo de 2015 en roastbrief.com.mx
imágenes: DeathtoStock.com

miércoles, 6 de septiembre de 2017

A la caza de nuevos formatos en el entretenimiento deportivo.



En menos de una década el negocio de la televisión ha cambiado de manera radical, pero también lo ha hecho el negocio de la transmisión deportiva. 

Armando Enríquez Vázquez

Hace seis o siete años leí un artículo de un joven escritor argentino en el que declaraba que el ya no veía televisión, a excepción de los 90 minutos a la semana en los que jugaba el River Plate. Los deportes parecían ser el único tipo de espectáculo a salvo de la revolución en cuanto a distribución de contenidos a través de los medios clásicos y sin embargo, a todos contenidos que se transmitían por televisión abierta o de paga les ha llegado su hora.
En menos de una década el negocio de la televisión ha cambiado de manera radical, pero también lo ha hecho el negocio de la transmisión deportiva. A finales del mes de abril, ESPN en Estados Unidos anunció el despido del 10% de sus trabajadores. El recorte se dio a todos los niveles de la empresa, a diferencia de próximo anterior en octubre de 2015, cuando la cadena despidió a 300 trabajadores, la gran mayoría de técnicos y gente que no aparecía frente a las cámaras. La decisión de ESPN se debe principalmente a la baja en las suscripciones a la cadena deportiva; 10 millones de cancelaciones en seis años aunado a los contratos por miles de millones de dólares que se han establecido con las diferentes ligas deportivas profesionales; con NFL firmaron en 2011 una extensión de contrato por ocho años, por 15.2 mmdd y otro con la NBA por nueve años 12 mmdd, lo que aunado a la perdida de suscriptores, son los dos principales motivos para las pérdidas económicas de la empresa.
A mediados de 1978, Bill Rasmussen junto con su hijo, Scott, fundó la mayor empresa de información y eventos deportivos. Un año después en septiembre de 1979, ESPN comenzó transmisiones. Rasmussen, fue el visionario que pensó en una cadena que transmitiera 24 horas deportes e información deportiva y la hizo viable. ESPN es sin duda un referente en la televisión de paga y una de las puntas de lanza en el negocio de la televisión segmentada. El gigante de la televisión deportiva fue adquirido en 1984 por la cadena ABC, la cual a su vez fue comprada por Disney con todo y ESPN en 1995.
Para algunos especialistas la única manera en que Disney puede salvar a ESPN de su futura bancarrota, es comprar Netflix y subir el canal a la plataforma y creando nuevas formas de contenidos que atraigan a las audiencias más jóvenes. Lo que quiera decir esta hipótesis, que creo, un poco fantasiosa el día de hoy. La realidad es que en la continua evolución de los medios y las plataformas ESPN tiene que encontrar un camino más real.
Pero ESPN no es la única empresa de contenidos deportivos que está sufriendo el embate de los usuarios de Internet, de acuerdo con la cadena inglesa SKY, las audiencias en 2017 de la Liga Premier cayeron en un 13% en un año.
Los retos a futuro no son sólo para ESPN, sino para todo el mercado de la información deportiva. La manera en que Claro Sports ha cubierto Juegos Olímpicos tanto de invierno Sochi 2014 y los de verano efectuados en Río, el año pasado. Las transmisiones de la empresa permitieron que el espectador decidiera la competencia a ver, mostrando de manera clara la superioridad de las plataformas de Internet, frente a las rígidas y limitadas características de la televisión tradicional. Esto aumento el número de personas que instaló la aplicación de Claro Sports en sus teléfonos el año pasado y la empresa de contenidos deportivos pudo atraer publicidad, contrario a lo que pensaban y deseaban los directivos de empresas como Televisa y TV Azteca.
A principios del año, Claro Sports anunció una alianza estratégica con el diario español Marca, de esta manera Claro Sports intenta convertirse la principal plataforma de contenidos deportivos en América Latina.
Claro Sports transmite los partidos del León y del Pachuca, así como los del equipo de Zacatecas de la liga de ascenso, sin que en su caso Televisa, ni otros medios se atrevan a criticar las mismas, como lo hicieron en el caso de ChivasTV.
El que las propias ligas se hagan cargo de la transmisión de sus partidos, es para empresas como ESPN, un nuevo reto. Hace poco escribí acerca del interés de la Liga Española de Futbol por ser transmitida a través de Netflix, con las repercusiones que esto representa para sus distribuidores a través de televisión de paga, y demuestra que este tipo de movimiento y búsqueda de nuevas plataformas para llegar a las audiencias globales, no es exclusivo de los deportes profesionales de Estados Unidos. Lo cierto es que las generaciones más jóvenes prefieren sus contenidos, de cualquier tipo, en línea y con el menor costo posible, de preferencia de manera gratuita, es aquí donde las empresas y plataformas deben crear e inventar los nuevos modelos de negocio, porque otra cosa que es importante tomar en cuenta es que a los usuarios de Internet no hay nada que les moleste más que la publicidad como la conocemos.
Para Charley Noonie, CEO de MobiTV, empresa dedicada a asesorar a los canales de paga de televisión a migrar a Internet, en un artículo para la revista WIRED, las empresas dedicadas a los contenidos deportivos están obligadas a crear contenidos alternos al evento deportivo en sí, ya sea antes, después o durante el encuentro.
El camino no es fácil. Los retos que enfrentan los medios tradicionales son muchos, y se encuentran arraigados sobretodo, en el profundo cambio de hábitos de las audiencias, más que en el poder adquisitivo de los grandes corporativos. El más importante de todos; generar la plataforma y contenidos que sus futuras audiencias estén dispuestos a seguir. Los eventos deportivos siempre tendrán audiencias, y, tal vez, encontrarán distribuidores más directos y con mayor ganancia para las ligas, pero el análisis y los columnistas deberán tener espacios que el espectador no sienta sesgados o parte de las mismas ligas.

publicado el 8 de mayo de 2017 en roastbrief.com.mx
imagen: DeathtoStock.com