No han pasado ni dos años de esto y el fracaso de Blim ha sido tan estrepitoso que la empresa de televisión anunció una alianza con Amazon para la creación y distribución de contenidos.
Armando Enríquez
Vázquez
Con la arrogancia inherente a la empresa, Televisa anunció
en 2016 el retiro de sus contenidos de Netflix, se decía lista para lanzar su
propia plataforma en Internet para ganar en los mercados hispano hablantes.
No han pasado ni dos años de esto y el fracaso de Blim, la
plataforma en Internet de Televisa ha sido tan estrepitoso que apenas el pasado
viernes 23, la decadente empresa de televisión anunció una alianza con Amazon
para la creación de contenidos. Blim nació condenado a morir, primero con ese
nombre y segundo iniciando su servicio con una serie española de la que
Televisa compró los derechos para tropicalizarla y destruirla: Grand Hotel.
Manipuladores de la verdad, como lo han sido desde la
llegada de Emilio Azcárraga Milmo a la presidencia de la empresa que fundó su
padre, Televisa da una versión sesgada de la nota que retrata a la compañía
como una fuerte empresa, cuando lo único que existe detrás de la nota es la
agonía que vive la empresa.
La historia es diferente de acuerdo con los medios
norteamericanos, Variety por ejemplo,
y con los especializados en contenidos y televisión; el acuerdo entre Amazon y
Televisa esta muy lejos de ser una alianza y es un acuerdo comercial donde la
empresa de Jeff Bezos comprará contenidos a Televisa, series de 8 a 10
capítulos sin especificar cuantas a través de una división de la empresa
llamada Televisa Alternative Originals o TAO. Un acuerdo comercial como muchos
otros que tiene la empresa de Jeff Bezos. El portal Televisión Hispana reportó
el día anterior al anuncio de Televisa, que la empresa mexicana cayó en la
venta anual de contenidos en más de 7% con respecto a 2016 y aunque en general
se mantiene por arriba de TV Azteca en los números totales, la televisora de
Salinas Pliego reportó una venta mayor en 11% al año pasado en cuanto a sus
contenidos.
La producción de series de tan cortas duración es algo que
no se sabe hacer al interior de Televisa y que los productores y escritores de
la empresa desprecian sentados en la seguridad y confort de sus infumables y
eternas telenovelas. Las llamadas series que Televisa produjo al interior de su
empresa o vendió a canales extranjeros, el caso de El Dandy, por ejemplo, incluyen setenta capítulos de confusión y
las clásicas tonterías melodramáticas y sin estructura típicas del grupo. Las
mejores series de televisa están muy lejos de haber sido desarrolladas por la
gente de la empresa y son en gran número franquicias que se compraron en
Argentina como Mujeres Asesinas o Los
Simuladores.
Lo que sí queda claro con esta operación mercantil de compra
y venta es la poca capacidad de entender a las nuevas audiencias por parte de
Televisa, demuestra también lo desprestigiado de la marca y muy seguramente
provocará la desaparición de Blim y de esta manera el primer gran fracaso de la
nueva presidencia dividida de una Televisa sin un Azcárraga al frente y el
triunfo de la gente de Univisión en la destrucción del otrora gigante de la
comunicación al que las malas decisiones y la arrogancia de sus directivos
destruyeron en menos de veinte años.
Conforme a notas financieras de esa misma semana el único
negocio sano de Televisa es su televisión por cable, lo que suena lógico porque
la mayor parte de los contenidos no son de Televisa, sino de las empresas
extranjeras que rentan sus contenidos a las cableras como Izzi.
La falta de músculo al interior de Televisa y el pésimo
posicionamiento de la marca suceden en un momento crítico en la evolución del
medio, con la compra que a finales del año pasado hizo Disney de Fox, el
crecimiento de Netflix, Hulu y la fuerza de Claro Sports en materia de derechos
de eventos deportivos internacionales, Televisa se ha quedado sin oportunidades.
Televisa pelea como gato boca arriba, pero en su parrilla de
televisión abierta la desesperación de la empresa es tal que en sentido
financiero ha anunciado nuevos esquemas de comercialización en sus canales que
le permitan respirar económicamente y en cuanto a contenidos no tiene empacho
alguno de piratearse los contenidos exitosos de TV Azteca mostrando la falta de
talento.
Todo parece indicar que la pelea ya está decidida, que
únicamente es cuestión de tiempo para que escuchemos el estertor final de
Televisa.
publicado en roastbrief.com.mx el 26 de febrero de 2018
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