Según la FAO los esfuerzos a nivel mundial por mantener una
población sustentable de especies marinas está mejorando y las reglas
son seguidas por todos. Pero al parecer en México la realidad es otra
Armando Enríquez Vázquez
Nadie puede dudar de la importancia de la industria pesquera, y del
gran número de personas que directa e indirectamente se benefician con
ella. Por lo mismo desde hace más de una década una de las preguntas de
la comunidad mundial es ¿existe la cantidad suficiente de peces y
mariscos para alimentar a la población que demanda productos del océano?
La respuesta es sencilla. No, y cada día la explotación pesquera pone
en riesgo la capacidad natural de las especies para mantener
ecosistemas sanos. Por eso la propuesta desde principios del siglo es el
crear y mantener cuotas por cada especie a nivel mundial y aunque la
mayoría de los países están de acuerdo con la medida, incluso los
siempre reticentes Estados Unidos, y la han implementado en cierto grado
en sus flotas pesqueras. A pesar del optimismo de la FAO y de gobiernos
como el de Estados Unidos que aseguran que en la mayoría de las
especies de las costas norteamericanas se están alcanzando los niveles
deseados de sustentabilidad, la realidad en nuestro país, y me imagino
que muchos otros de la misma manera, es totalmente diferente.
En el estudio publicado el año pasado por Francisco Arreguín Sánchez y
Enrique Arcos Huitrón del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas
del Instituto Politécnico Nacional y que abarca los últimos sesenta
años de actividad pesquera en nuestro país concluye que el 13.6 % de las
especies sobre las que existen datos están siendo explotadas a punto de
colapso, es decir se pesca mucho más de lo que se recupera la especie
de forma natural, poniéndola en riesgo en un futuro. El 26% de las
especies se sobreexplotan, con el mismo riesgo a mayor plazo, el 25.6%
se pescan a su grado máximo de aprovechamiento y tan sólo 4.8% aun se
mantiene en niveles inferiores al punto de equilibrio, pero uno de los
datos más alarmantes es que no existe ningún tipo de información en un
30% de especies. Lo que quiere decir que un poco más de 65% de las
especies marinas en nuestro país están siendo pescadas en el punto de
equilibrio de la recuperación normal de su población o por encima de
este.
Me parece muy significativo si pensamos que el consumo de alimentos
del mar es muy bajo. Nuestra mayor fuente de alimentos provenientes de
nuestros mares viene en presentación de lata, es decir los mexicanos
consumimos grandes cantidades de sardinas y de atún. De hecho un estudio
de 2003 ponía a la sardina como el principal producto de la pesca en
nuestro país, con un 37% del total de la actividad.
Según el estudio de la FAO en 2010 se capturaron aproximadamente 128
millones de toneladas de productos marinos, esto es peces y mariscos, a
nivel mundial, lo que equivale un consumo per capita en el mundo de un
poco mayor a los 20 KG, pero en nuestro país ese consumo baja a unos 13
Kg por persona, lo que indica que una cantidad importante de nuestros
recursos pesqueros están siendo exportados, lo cual repercute
directamente de manera benéfica en aquellos que se dedican a esta
actividad. Sin embargo, al estar sobreexplotando el recurso es
imperativo el regular la pesca y tratar que todas las especies
habitantes en nuestros litorales sean explotadas de una manera racional y
que les permita restablecer sus números a aquellos del punto de
equilibrio.
¿Qué sería si los mexicanos comiéramos más alimentos del mar? ¿Cuál sería el panorama de nuestras costas y litorales?
Hace mucho que nuestras galletas saladas estarían copeteadas simplemente con salsa pico de gallo.
publicado en blureport.com.mx 9 de Agosto de 2012
imagen: es.123rf.com
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