La televisión abierta ha dejado de ser atractiva tanto para empresarios, como muy probablemente para un gran número de anunciantes.
Armando Enríquez
Vázquez
Llegó el 10 de abril. Fecha límite para el pago de los
derechos de las cadenas de televisión abierta que ofreció el gobierno. Grupo
Imagen cumplió con su parte hace ya un par de semanas. Pero, Grupo Radio Centro
el otro ganador de la licitación incumplió el pago y no tendrá cadena de
televisión abierta.
Lo que nos deja en claro varios asuntos. El primero es el papel
de pésimo empresario de Francisco Aguirre Gómez quién perdió una cadena de
televisión antes de comenzar a operarla y ha puesto en riesgo su grupo
radiofónico. En 1968, su padre y fundador de Radio Centro, Francisco Aguirre
Jiménez obtuvo por medio de una licitación la operación del canal trece de televisión
abierta, sin embargo por grandes deudas contraídas con Somex, Aguirre Jiménez
se vio en la necesidad de vender el canal en 1972 al gobierno del entonces
presidente Luis Echeverría Álvarez. Hay otra versión que dice que el canal fue
estatizado por el presidente como parte del plan del estado de ceder el control
de la televisión abierta a Televicentro, más tarde Televisa y a Emilio Azcárraga
Milmo, quien se declararía un soldado del PRI.
Esta vez, se trató sólo de un sueño, de una pésima
estrategia. Quien haya aconsejado al empresario de medios solo terminó por
hundir la credibilidad de un grupo empresarial, que se ha visto envuelto en
este siglo en controversias como la de Radio Red y el dinero que Aguirre debe a
José Gutiérrez Vivó desde 2004. De acuerdo con el diario El Economista, el
simple pago del depósito de garantía que la empresa dio para participar en la
licitación equivale a casi cinco veces las utilidades generadas por la empresa
en 2014, mientras que el diario El Financiero reporta que como prenda de los
415 millones que son el pago de la garantía de la licitación, Aguirre dejó su
edificio corporativo y sus estudios.
Otra parte de la historia nos lleva a reflexionar. Sí como
se ha comentado en los diferentes medios el empresario se pasó un mes invitando
a diferentes hombres de negocios a participar con él en el negocio de la
televisión abierta, entre ellos a Germán Larrea, uno de los hombres más ricos
de México y de quien a finales del año pasado se dijo que había abandonado al
consejo de Televisa para poder ofertar en la licitación de cadenas abiertas de
televisión y que finalmente no lo hizo, y Francisco Aguirre no pudo convencer a
ninguno, entonces algo hay dentro de la televisión abierta que en el 2015 no la
hace una inversión atractiva. Baste recordar que durante la década pasada mucho
se insistió en el interés de Carlos Slim por entrar al negocio de la
Televisión, sin embargo cuando en septiembre del año pasado se barajaron los
nombres de nueve grupos empresariales en teoría interesados por entrar en el
sector, el Carlos Slim no estaba entre la lista de interesados. Clarovideo,
Clarosports y Unotv están a la vanguardia de contenidos de entretenimiento,
deportivos e informativos en Latinoamérica y Slim demostró ya que se puede
prescindir de señal de televisión.
La televisión abierta ha dejado de ser atractiva tanto para
empresarios, como muy probablemente para un gran número de anunciantes. Si bien
es cierto que la inversión publicitaria en México creció el año pasado y que la
televisión abierta es aun la que se lleva la mayor tajada con un poco más del
50%. La verdad es que la inversión publicitaria en la televisión abierta cayó,
mientras que en la televisión de paga e Internet es en los sectores que mayor
crecimiento tiene, con más de 5% anual.
Las audiencias de la televisión abierta están conformadas
por viejos, analfabetos de la tecnología y los sectores de menor poder
adquisitivo en su mayoría, por lo que conforme pasan los años la televisión
abierta se convierte en menos atractiva para los anunciantes.
La falta de estrategia y de visión a futuro de Francisco
Aguirre y sus asesores saltan a la vista. ¿Qué pensaban hacer con un canal de
televisión abierta y sin una estrategia en otras plataformas?, lo increíble es
que no es el único empresario radiofónico incapaz de ver a futuro.
Grupo Imagen, es la
excepción, dedicado a posicionarse en los diferentes medios y plataformas, no
sé si de manera exitosa, pero lo ha hecho.
Ahora surgen dos preguntas; ¿La cadena de televisión abierta
que quedó vacante volverá a ser licitada? ¿Cuándo? ¿Habrá alguien interesado en
ella?
publicado en roastbrief.com el 13 de abril de 2015
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