Hija única de un
monje vuelto rey, Petronila parece haber heredado de su padre el desprecio de
su padre por el poder.
Armando Enríquez
Vázquez
Esta es la historia de una de esas personas que aun
obteniendo el poder de la manera correcta prefirió deshacerse de él en cuanto
las leyes se lo permitieron. La peculiaridad de esta mujer aragonesa inicia tal
vez en la historia de su padre, Ramiro II el Monje.
Ramiro II llegó al trono de Aragón al morir su hermano, Alfonso
I El Batallador, sin descendencia. Ramiro quien era monje se vio obligado a colgar
los hábitos, al menos por un tiempo, cuando los nobles aragoneses le informaron
que lejos de cumplir con el testamento de su hermano Alfonso I, quien había
decidido dar todas sus tierras a los Templarios, los Hospitalarios y a los
Caballeros del Santo Sepulcro de Jerusalén, preferían coronarlo a él como rey y
que pronto les diera un heredero al trono.
Ramiro II fue coronado el 11 de septiembre de 1134, se casó
al año siguiente con Inés de Poitou, una mujer de la nobleza francesa que a los
treinta años era viuda y tenía ya cuatro hijos, se sospecha que fue esta
muestra de fertilidad la que atrajo la atención de Ramiro II y en efecto en junio
de 1136 nació la heredera al trono; Petronila. Las leyes aragonesas no
permitían que el trono fuera heredado por una mujer, por lo que rápidamente
Ramiro II se encargó de comprometer a Petronila con Ramón Berenguer IV de
Barcelona, quien le llevaba a Petronila 26 años.
En 1137 se firmaron las capitulaciones matrimoniales entre
la reina de Aragón y El conde de Barcelona, ella contaba con sólo un año de
edad cuando se convirtió en Reina de Aragón pues su padre una vez firmadas las
capitulaciones abdicó en favor de su hija para regresar al convento de San
Pedro el Viejo en Huesca por el resto de sus días.
El compromiso entre la reina niña y Ramón Berenguer IV,
permitió al reino de Aragón asegurar una fuerte alianza con un reino que
ayudaría a protegerlo de las ambiciones de sus vecinos musulmanes y cristianos.
Ramón Berenguer nunca fue nombrado rey de Aragón, el título perteneció siempre
a Petronila I, Ramón sólo ostento el título de príncipe. Conforme a las leyes
canónicas la boda entre Ramón Berenguer y Petronila habría de realizarse en cuanto
ella cumpliera la edad de 14 años. Ramón Berenguer IV actuó siempre como el rey
que no era y tomó las decisiones de las alianzas y enemistades de Aragón,
mientras Petronila I en su infancia era educada en la corte de Castilla, bajo
la tutela de la hermana de Ramón Berenguer IV, Berenguela quien era la esposa
de Alfonso VII de Castilla, pero los castellanos comenzaron a urdir planes para
casar a Petronila con el hijo del rey Alfonso VII, lo que obligó a los
aragoneses a llevar a Petronila de regreso a Aragón e incluso a enviarla a
vivir al Palau de Barcelona, con lo que quedó claro su deseo por culminar la
alianza con Ramón Berenguer IV de Barcelona.
Finalmente, en 1150 en la catedral de Lérida Ramón Brenguer
IV y Petronila I de Aragón se casaron. Petronila I mantuvo el titulo de Reina y
Ramón Berenguer IV el de príncipe. Petronila tuvo cuatro hijos de los cuales el
primogénito, Pedro, murió al poco tiempo de haber nacido. El sucesor al trono
fue el segundo hijo del matrimonio Alfonso.
En 1162, murió Ramón Berenguer IV, Petronila I se convirtió
así en reina regente en lo que su hijo Alfonso adquiría la mayoría de edad para
ser coronado. Dos años después y en cuanto Alfonso alcanzó la edad permitida de
14 años, Petronila no dudó en abdicar en favor de su hijo, que fue coronado
como Alfonso II de Aragón. Petronila entonces se retiró a una vida privada, no
como la de su padre, pero sí lejana de la presencia de su hijo el rey,
alternando su estancia entre Barcelona y Besalú.
A diferencia de otras reinas regentes Petronila no se
obsesionó con el Poder y desde joven aun sabiéndose reina de Aragón permitió a
su esposo el manejo de su reino, para algunos esto es una muestra de sumisión,
sin embargo al parecer durante sus dos años de regencia Petronila I ejerció el
poder obteniendo primero una tregua por trece años con el rey Sancho de Navarra,
manteniendo por otro lado la tutela de su hijo y el respeto de los nobles al
rey y por último acabando con un impostor que quiso hacerse pasar por Alfonso I
el Batallador, su tío que había muerto en batalla más de veinte años atrás. La
reina para acabar con los rumores y algunos que empezaban a seguir, ordenó su
aprensión y ejecución.
Sin embargo, llegado el momento y con solo dos años
ejerciendo la regencia Petronila no dudo en ceder el reino a su hijo. Petronila
I de Aragón murió en 1173.
publicado en mamaejecutiva.net el 8 de octubre de 2018
imagen wikipedia.org
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