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lunes, 30 de septiembre de 2019

Antidemocracia



Hablar de democracia en México es más importante que nunca, hoy que nos fragmentamos en facciones de odio en las redes sociales nacidas del discurso del gobierno.

Armando Enríquez Vázquez

El otro día escuchaba en un programa de radio español: La democracia se basa en saber que frente a ti se va a sentar alguien que piensa totalmente diferente a ti y hay espacio para todos.
El dato duro más duro hoy en día es que todavía más del 60% de los mexicanos apoyan y simpatizan con Andrés Manuel López Obrador. Nos guste o no a quienes no votamos por él, este es un hecho real. El presidente López Obrador es el primero de este siglo y el primero en muchas décadas en haber sido electo por una mayoría real y en ese sentido no se puede pelear en twitter lo que no se ganó en las urnas. Pero no podemos, por ningún motivo dejar de ser críticos para tratar de construir a nuestro país que ha sido y sigue siendo botín de grupos como la CNTE o de oscuros personajes como Napoleón Gómez Urrutía o Gerardo Fernández Noroña.
Otro dato duro real. Ningún presidente reciente en México se ha basado más en el discurso del odio para dividir a los mexicanos que el presidente Andrés Manuel López Obrador y tristemente lo ha conseguido. Las imágenes de los últimos días en las marchas de la CDMX, sean Fífís, provocadores, pueblo bueno poseído o lo que sean, lo demuestra. No soy ingenuo, sé muy bien que antes de López Obrador el país estaba muy lejos de ser uno de concordia y la hermandad. Los mexicanos siempre hemos sido lo suficientemente clasistas y racistas para que el discurso de película de Ismael Rodríguez de AMLO cayera en la tierra fértil de que los pobres son buenos por el simple hecho de ser pobres y los ricos malos por sólo serlo. Este discurso se ha acentuado desde que el presidente es el principal instigador al odio social, de la misma manera que lo ha hecho Trump en Estados Unidos, una táctica de propaganda que resultó perfecta en los pueblos sojuzgados bajo la mano de una dictadura ya fuera de derecha o de izquierda. Al final la diferencia en materia de manipulación ideológica y represión no es muy diferente entre Stalin, Castro, Hitler y Franco: un discurso que mezcla de un nacionalismo exacerbado y maniqueo. Que exalta los peligros en que la Patria se encuentra por las conspiraciones de la derecha, la izquierda, los fifís o los chairos y del miedo por convertirnos en todo aquello que atormenta la mente del tirano y prevalece sobre el bienestar común.
Lo peor es que todos hemos caído en la provocación del presidente y de aquellos que le diseñan la propaganda. Twitter se ha convertido en el campo de batalla de la irracionalidad y la intolerancia, los bots de la derecha y de la izquierda intentan a diario meternos en pleitos a veces ficticios, pero lo peor de todo, la mayoría de veces, realmente intrascendentes para todos los mexicanos y los verdaderos retos que enfrenta el país. Hemos caído todos, chairos y fifís, en una agenda que le interesa únicamente a un hombre y su grupo que piensan perpetuarse en el poder justificando con su silencio o escusas absurdas la quema de una librería. El mismo presidente no es responsable de nada a pesar de tener más de diez meses en el cargo. Lo único que les interesa a los propagandistas del régimen es mantener una desgastante y cada día más radicalizada confrontación entre los mexicanos. El discurso de intolerancia a sus críticos está destinado a que aquellos que se sienten apoyados por él, por ejemplo, los que levantan palmas y palos en contra del ejército mexicano con la aprobación del presidente, amenacen, calumnien y muestren su postura nada democrática en los hechos, las propuestas legislativas y sobre todo en las redes sociales, que es donde la verdadera batalla entre radicales e intolerantes se lleva a cabo.
La libertad y la democracia están lejos de la utopía que sueña López Obrador como su gestión y que no incluye al menos al 35% de los mexicanos que no aprueban su gestión. Cuando un demócrata debería entender que no es en el autoritarismo donde se debe fundamentar su actuar. Eso es algo que ya hicieron muchos de sus detractores como el patético Vicente Fox que no sólo traicionó en su momento a los mexicanos, si no a su propio partido al apoyar a Peña Nieto y ahora como una pretende regresar al PAN como si nada.
Un demócrata acude con entereza frente a los organismos de la democracia que lo citan a comparecer. Un demócrata acepta que existan personas que no piensan como él. Un demócrata puede en un momento reconocer errores, eso lo debería entender bien el presidente que antes que por las leyes del país se rige por las del cristianismo. Un demócrata escucha a todo mundo y debate, no descalifica desde su posición de poder. Un demócrata busca el bien de todos, no el dividir para su beneficio o el de su grupo. Del lado de aquellos que no votamos por López Obrador debemos ser mesurados también, no porque hayamos sido derrotados, en la democracia no hay vencedores, ni vencidos. Hay respeto y tolerancia, pero las críticas al presidente y sus aliados deben partir del cerebro, no de la tripa y si el señor habla lento o prefiere el chocolate al café, es independiente a los verdaderos problemas que hay en su gobierno; actos de autoritarismos disfrazados de discurso melodramático de un hombre que nunca es responsable de nada, todo es un asunto que tiene que ver con sus adversarios y por eso todas las ratas y dictadores enanos que lo rodean están bien, aunque provengan de ese sistema que él criticó.
La democracia no la va a cuidar él, ni la va a promover el partido que lo cobija. La democracia es algo que debemos exigir y construir desde una ciudadanía que siempre se presume más que los gobiernos que tiene y ha tenido, aunque triste y concretamente todos tenemos el gobierno que nos merecemos y de ahí debe partir la reflexión de todos. Mayoría y minoría de los mexicanos frente al poder, porque seguro que hasta los más leales seguidores del presidente tienen ideas para mejorar la 4T. Todo es perfectible y en materia de gobiernos humanos todavía más.

lunes, 23 de julio de 2018

Fascismo disfrazado de democracia.




Nada se interpone frente a la ambición de poder y los gobiernos fascistas parecen estar de regreso disfrazados de democracia. 

Armando Enríquez Vázquez

Tras leer una entrevista del periodista Andrew Rawnsley con la ex secretaria de estado de Estados Unidos, Madeleine Albright, publicada en The Guardian la semana pasada acerca del más reciente libro de la política norteamericana Fascism: a Warning.  Una idea Albright me llamó la atención.
El fascismo no es una ideología.” le confiesa a su entrevistador, “Creo que es un método, un sistema.”(1) En la entrevista y como extensión de su libro Albright habla de sus experiencias con el fascismo desde su infancia, la ex secretaria de estado nació en Praga en 1937 y en dos ocasiones sus padres huyeron de sistemas totalitarios migrando a países occidentales, con la invasión de Hitler a Checoeslovaquia se refugiaron en Inglaterra y tras el final de la II Guerra Mundial la familia regresó a Praga sólo para tener que huir de nueva cuenta esta vez del comunismo y pedir asilo en Estados Unidos. La ex secretaria sabe de lo que habla cuando escribe sobre el fascismo y como este está presente entre nosotros aún hoy en regímenes como el Nicaragua, Venezuela, Turquía, Corea del Norte y su incipiente llegada a Estados Unidos con Trump.
En la entrevista Albright dice al periodista inglés: “Trump es inteligente en verdad, con una inteligencia malévola, eso es lo que pienso.” (1) y habría que añadir que muchos de los jueces y políticos que lo acompañan en su presidencia son sólo los típicos malvados sin carisma y títeres acomplejados que sumados a Trump están llevando a Estados Unidos a convertirse en el peor país del mundo.
A la luz de la lectura de la entrevista con Albright, acerca de cómo sirviéndose de la democracia Donald Trump se ha convertido en uno de los mayores peligros para la libertad y para el mundo entero, tenemos que ver los videos y las fotografías de los pequeños niños sin abogados defensores y con audífonos para la traducción simultánea, solos en una enorme y agresiva sala de juzgado, con un juez frente a ellos y un fiscal que los acusa de cruzar la frontera. No existe una imagen más brutal y real de cómo el gobierno que se cree policía del mundo, hoy trata a los menores de edad de la misma manera que a terroristas. De Trump y sus servidores públicos a la Italia de Mussolini, la Alemania de Hitler, la Venezuela de Maduro no existe mayor diferencia y el silencio de los ciudadanos, que en teoría rechazan la administración de Trump, los convierte en ese cómplice que todo dictador busca para poder seguir actuando en contra del país. De la mano con el silencio de los ciudadanos americanos va el silencio aun más criminal de gobiernos como México, Guatemala, Honduras y El Salvador que se callan por unos dólares y canonjías.
La imagen de esos pequeños no puede ser más desgarradora. Un menor indefenso que no habla inglés y por su edad no entiende ciertas palabras en español en su concepto final siendo acosado por dos cobardes sujetos que amparados por su envestidura se siente con el derecho de intimidarlo preguntándole acerca de términos legales como sí el pequeño supiera que es un abogado, o si tiene uno que lo represente, cuando ese niño debería estar con sus padres disfrutando del calor familiar, no de la frialdad de dos barbajanes disfrazados de la ley, que lo instigan.
Qué Trump no cree en la democracia es obvio, de la misma manera que muchos líderes totalitarios y asesinos, pero además no puede creer en la democracia pues él no fue electo democráticamente debido al complicado y tramposo proceso electoral de Estados Unidos que anuló los votos de la mayoría de los ciudadanos.
Lo peor es que a pesar de las serias que sean las críticas al mandatario norteamericano en noticieros o talk shows nocturnos, él mismo se encarga de minimizar estas críticas al atacar a los medios y acusarlos de sus famosos fake news, lo que parece excesivo en un presidente que les ha mentido a los norteamericanos desde su campaña. Trump parece un nuño, no un presidente, arremetiendo contra los comediantes, que sin importar lo ácido y crítico que sean sólo logran arrancar una carcajada fácil a sus audiencias que parecen incapaces de juzgar la brutalidad del actual presidente de Estados Unidos. Otra de las características de los sistemas fascistas y totalitarios.
Separar familias, perder infantes, juzgarlos en solitario no es la imagen de una nación inteligente, justa, ni democrática y mucho menos humanitaria, puede ser el inicio de uno de los regímenes más inhumanos de los que podamos imaginar.
Fascismo puede parecer un arcaísmo, algo que nos remite a una cultura de lucha política del pasado. Fascismo puede parecer una fantasía que no tiene cabida dentro de la democracia, pero es a partir de la democracia, del voto de una mayoría irracional o esperanzada en cambios fáciles, rápidos y sin inversión de ningún tipo que han surgido los regímenes más despiadados, más inhumanos, menos justos que hemos visto en los últimos 100 años. La democracia como la conocemos sólo ha ayudado a crear un sistema de injusticias y caprichos personales sustentados en la frágil idea de las decisiones de la mayoría, aunque en casos como en México esa mayoría, con excepción de la elección pasada, lo que tampoco libra a López Obrador de las tentaciones del poder absoluto que va a tener, han servido para que las arbitrariedades de una minoría paupericen al país. Los argumentos de populismo tan usados en contra del presidente electo son veraces también en muchas de las políticas de los gobiernos de Fox y Calderón, pero sobre todo en el sexenio represor, autoritario y populista de Enrique Peña Nieto y sus secuaces.


(1)    Rawnsley, Andrew. Madeleine Albright: “The things that are happening are genuinely, seriously bad” The Guardian. Julio 8 2018. https://www.theguardian.com/books/2018/jul/08/madeleine-albright-fascism-is-not-an-ideology-its-a-method-interview-fascism-a-warning



publicado en blureport el 12 de julio de 2018

lunes, 11 de junio de 2018

¿Y después de la democracia?



La democracia esta sobrevaluada, el gobierno de partidos e instituciones parece haber sido rebasado por los intereses de corporaciones y lo que menos importa son los ciudadanos.

Armando Enríquez Vázquez

Si algo queda claro a lo largo de este siglo es lo ineficiente que resulta ya la democracia. En menos de veinte años países con grandes economías como Estados Unidos, Rusia y principalmente China han demostrado que la democracia, al menos la idea que nos ha vendido desde la revolución francesa y la independencia de Estados Unidos ha sido rebasada. Ni el voto directo, ni el parlamentario juegan un papel importante en la conformación de los gobiernos, como acaba de quedar demostrado en España con la caída de Mariano Rajoy.
En México a lo largo de dieciocho años hemos tenido tres presidentes que han sido electos con menos del 50% mas uno de los votos emitidos, eso sin considerar la abstención que en las tres elecciones presidenciales de este siglo ha sido mayor al 35% de los electores registrados, lo que convierte el porcentaje atribuido a cada uno de los ganadores en un número menor.
Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto han gobernado México gracias a los votos de la primera minoría y no de la mayoría como supuestamente propone la democracia. Algo muy similar podría pasar en las elecciones de este año, a pesar de que por primera vez en lo que va del siglo algunas encuestas coloquen a López Obrador con una intención de voto mayor al 50%.
En Estados Unidos el caso es peor porque la mayoría de los votantes eligió a Hillary Clinton, pero gracias al intrincado y opaco sistema norteamericano con su colegio electoral el triunfo fue para Donald Trump.
Lo que esta sucediendo en Italia y lo sucedido en España con la destitución de Mariano Rajoy por moción, y el legislativo nombrando sucesor a un hombre que por voluntad propia renunció el año pasado a su escaño, son clara muestra de que la democracia está muy lejos de ser la utopía que nos enseñaron en la escuela y lejos de representar en la realidad la voluntad de la mayoría de los votantes.
La democracia esta sobrevaluada y otro de los ejemplos claros lo tenemos en Venezuela, donde un pillo de siete suelas se ha hecho del poder a costas del bienestar y la felicidad de su pueblo. El problema actual se basa en tener candidatos populares, sin importar su capacidad para gobernar un país de manera armónica tanto al interior como en el exterior. El resultado es que los payasos llegan al poder; Vicente Fox en su momento, Jimmy Morales en Guatemala, Mariano Rajoy en España y Donald Trump como el epitome de esta farsa de falsos estadistas. En las próximas semanas muy probablemente se añada a esta lista Andrés Manuel López Obrador. La característica principal es que todos son o han sido empáticos en su momento con quienes están enojados con el sistema, pero ninguno de ellos es o ha sido capaz de contestar con propuestas, ni con ideas, manejan un monologo dictatorial asimilado y creído a fuerza de repetirlo que si uno se detiene a analizarlo es ofensivo a la inteligencia, del “Hoy, hoy, hoy”  de Fox a la “Mafia del Poder”  de López Obrador no ha y diferencia alguna. Otros como Enrique Peña Nieto son simples títeres de un sistema oligárquico que lo ayuda a llegar al poder con el finde obtener sus beneficios.
 En muchas series de ciencia ficción actuales, Mr. Robot, Continuum, I zombie, Altered Carbon, entre otras, tienen como propuesta que el gobierno ha sido anulado por grandes corporativos, o esta al servicio de una plutocracia que controla la producción. Si lo vemos con frialdad eso es algo que esta sucediendo ya. Cuando el directivo de una constructora como OHL le grita a un gobernador como en su momento lo hizo José Andrés de Oteyza a Peña Nieto, quien en ese momento dirigía los destinos de los ciudadanos mexiquenses, difícilmente podemos equivocar la señal. El que manda ni siquiera estuvo cerca de aparecer en una boleta electoral.
Los políticos surgidos de la democracia desaparecen tras sus años de servicio en las oficinas presidenciales, cualquiera que sea la duración de este puesto. Los CEO de las empresas lo hacen al morir. Esto promueve la corrupción entre los políticos que buscan asegurar su futuro través de manejar un país como si fuera propio en los años que les dura el gobierno. La postura en ese sentido de gobiernos como el de China y poco a poco lo que sucede en Rusia son claros ejemplos de que la economía de estado evolucionó; el control permanece en oficinas burocráticas del gobierno, pero la expansión y conquista de mercados mundiales corre a cargo de empresarios que deben obedecer a los gobiernos que por su parte siguen ejerciendo las dos potestades más importantes del Estado; la seguridad y bienestar de sus gobernados. En China, al estilo drástico de El Bronco, empresarios corruptos han sido condenados a la pena de muerte, de la misma manera que funcionarios del gobierno que estaban coludidos con ellos. Incluso la dictadura caribeña que es Cuba está mejor en muchos rubros como salud y bienestar social que democracias del mundo libre como la nuestra donde la pobreza extrema debería de ser algo que nos ofendiera al resto de los mexicanos que durante décadas hemos escuchado el discurso vacío del bienestar de las familias y el empleo creciente. Los empresarios políticos como Berlusconi o Trump además de demagogos han resultado personajes negativos para la política exterior e interior de su país. 
Hoy López Obrador en su desmedida ambición por ser presidente de México ha pactado con personajes como Alfonso Romo, Marcos Fastlicht, suegro de Emilio Azcárraga Jean a quien López Obrador ha atacado en más de una ocasión y acusado de ser parte de la Mafia del Poder, Ricardo Salinas Pliego, entre otros. Las mafias del poder que tanto denuncia el tabasqueño no son sólo políticas. Principalmente consisten en los empresarios y corporativos que apoyan las candidaturas de los elegidos y eso incluye definitivamente al tabasqueño, quien a diferencia de elecciones anteriores se ha vuelto igual o más pragmático que sus criticados adversarios políticos.
Es imposible que exista una forma de gobierno perfecta, pero si algo nos debe quedar claro después del experimento global del siglo XX y lo que he hemos visto y vivido a lo largo de este siglo es que Platón tenía razón y la democracia es una de las peores formas de gobierno.

publicado en blureport.com.mx el 7 de junio de 2018

jueves, 10 de mayo de 2018

Carta a Andrés Manuel López Obrador.




Andrés Manuel López Obrador
Candidato a la presidencia de México
Señor Candidato:
Nunca ha sido afín a su propuesta de gobierno, ni a sus ideas separatistas y sectaristas. Su terquedad, su espíritu antidemocrático y la forma en la que a lo largo de esta última campaña de convertirse intenta erigirse como perdonavidas de nuestro país me parecen aberrantes e idénticas a la de aquellos que usted acusa de lo mismo.
Pero debo como mexicano asumir la enorme posibilidad de que el día 2 de julio usted se convierta en el presidente de México con un voto menor al 51% de los votos posibles, pero así son las reglas del juego y los mexicanos debemos acatarlas como lo hicimos cuando hace seis años con menos del 33% Enrique Peña Nieto logró la presidencia de nuestro país.
Sin embargo, tras el primer debate presidencial y observar como con desprecio elude las preguntas que le parecen incómodas, como desprecia a sus adversarios políticos y como ignora con chanzas las preguntas serias y con la gran cantidad de connacionales que votarán por usted, me siento obligado a preguntarle ¿Cómo piensa sanar las heridas en el tejido social que usted mismo ha creado? Porque de ganar usted será presidente de todos los mexicanos, no sólo de sus seguidores, también, de sus críticos y de sus feroces detractores. México lo que menos necesita es un emulo de Donald Trump que se dedique a fomentar los odios entre los mexicanos como lo ha hecho usted desde que fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Como sociedad no podemos permitir que una visión clasista y racista gobierne desde Palacio Nacional.
Me queda muy claro que al llegar usted a ser presidente México jamás será una Venezuela, esa es una más de las torpezas que comenten sus detractores más feroces, lo cierto es que tristemente Estados Unidos jamás lo permitiría. La geopolítica es mucho más relevante que cualquier buen o mal deseo que usted tenga.
Es muy importante que estudie bien la historia de nuestro país y sobretodo aquellos personajes históricos que usted dice y pretende emular, Juárez nunca hubiera permitido que el Papa opinará en asuntos del Estado como usted anunció el día del debate. Madero jamás hubiera aspirado a gobernar de manera absoluta, sin espacios a la pluralidad y mucho menos de la manera autoritaria y dictatorial de alguien que no acepta los cuestionamientos. El General Cárdenas mantuvo su oficina en Palacio Nacional abierta para todos aquellos que pidieran audiencia y aunque los tiempos han cambiado y la población es mucho mayor que en la década de los años treinta del siglo pasado, ni cuando fue usted jefe de gobierno se atrevió a escuchar a quienes tenían cuestionamientos que le importunaban. Madero y Cárdenas creían y eran demócratas, usted tristemente no lo parece. Los más importante ninguno de los tres intentó replicar un sistema del pasado, con aciertos y errores cada uno busco la forma de hacer avanzar al país al futuro.
El verdadero líder político no es aquel que impone sus decisiones sobre el pueblo a manera de dictador mesiánico, el líder es el que convence con argumentos claros y realistas sobre el camino a seguir. Aquel cuyas metas son las del bien común, no las de su ego.
A pesar de que a los mexicanos, y sobre todo al sector que usted habla, les gusta la imagen del ofendido, el mártir y el atacado, espero que como Presidente de la República sea capaz de verse fuerte, de tomar las decisiones y las posiciones que nos hagan crecer y no se comporte como la víctima que le encanta parecer y nos vaya a salir con la existencia de una Mafia del Poder Internacional.
Hablando de la Mafía del poder que ha sido su lema de campaña a lo largo de doce años, usted nos debe explicar a los mexicanos su alianza con ella, porque ciertos miembros de la Mafia del poder resultan hoy sus aliados como los ya multicitados Napoleón Gómez Urrutia, Elba Esther Gordillo, Alfonso Romo o Lino Korrodi, quienes se unen a la Mafia de Morena que encabezan personajes como Rigoberto Salgado y sus nexos con los carteles de la CDMX. Yo creo como usted que existe un grupo que domina la política en México, no sé si sea una mafia, pero a ese grupo también pertenece usted y no sólo lo demuestran sus nexos con los personajes mencionados arriba, si no su promesa de perdón incondicional a Peña Nieto y demás políticos del PRI que han dañado a México y su odio irracional contra personajes que en teoría buscan lo mismo que usted como el gobernador Javier Corral de Chihuahua al que ataca con el mismo encono que la Secretaria de Hacienda, el secretario de gobernación y el mismo presidente. Don Corleone tenía de aliados a diferentes familias criminales y usted no parece estar muy lejos de este esquema, responde y pide cuentas a miembros de una partidocracia que ha dañado a México.
No creó que Ricardo Anaya o José Antonio Meade harían algo espectacular o definitorio para la nación, los entiendo como la continuidad de un estado fallido y una democracia pervertida. Le escribo a usted porque creo que más que nunca tiene usted la posibilidad de ser el presidente de la nación y de llegar a serlo por lo menos debería de partir de la base distinta a sus adversarios y escuchar a todos los ciudadanos. Mostrándose como un verdadero estadista, no como otro político tercermundista que gobierna a México desde su ambición personal y su enorme ego desquiciado.

Atentamente
Armando Enríquez Vázquez


publicado en blureport.com.mx el 1º de mayo de 2018

lunes, 23 de abril de 2018

La hora del salario



Frente a los próximos debates es más que necesario poner sobre la mesa de discusión la cuestión olvidada oficialmente del salario mínimo.

Armando Enríquez Vázquez

Entre las propuestas de los candidatos a la presidencia, sólo Ricardo Anaya ha puesto el dedo en la llaga en cuanto a la necesidad de incrementar los salarios de los mexicanos.
El candidato del PRI José Antonio Meade se la ha pasado hablando de esos programas sociales clientelares que tanto gustan a los vacuos políticos priístas y que en nada han ayudado a lo largo de las décadas a crear un bienestar estable para los mexicanos.
El espejismo de programas como Solidaridad, Prospera y otros lejos de fortalecer a los sectores más desamparados de la sociedad han servido únicamente para acrecentar la brecha económica entre los diferentes sectores de la sociedad mexicana y como una de las formas más viles para promover la corrupción, al final hemos visto este sexenio como se manipulan fondos para financiar de manera ilegal las campañas políticas del partido en el poder.
En el otro extremo están las promesas demagógicas e idiotas de Andrés Manuel López Obrador como bajarse el sueldo a la mitad que es finalmente una decisión propia que a los mexicanos nos debe de importar poco, porque no aporta absolutamente nada a solucionar el problema real de las clases a las que dice representar y que se centra en la pérdida del valor adquisitivo del salario.
El sueldo de los trabajadores mexicanos se ha convertido en un asunto que rebasa ya las fronteras del país y tiene un papel clave en los puntos que tanto canadienses como norteamericanos han puesto sobre la mesa de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Parece que la hora de enfrentar un tema que durante décadas los gobiernos príistas y panistas han evadido, los primeros con sus patéticos pactos de solidaridad y productividad, esa alianza entre el gobierno y los empresarios para enriquecerse a costa de sacrificar al trabajador mexicano, los segundos por la simple comodidad de argumentar ser de derechas, finalmente está llegando, Sólo en su momento Miguel Ángel Mancera intentó tímidamente abanderar el tema durante el presente sexenio.
También es necesaria la desaparición de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos cuya función es nula y sólo aparece una vez año, cuando se anuncia los aumentos burla a los salarios mínimos. El salario mínimo en México es de $88.36 MN lo que en dólares equivale 4.89 dólares norteamericanos y a 6.15 dólares canadienses.
Los salarios mínimos en los países socios del TLCAN son de 7.25 dólares en Estados Unidos, mientras que Canadá el salario en promedio, porque varía dependiendo de la provincia, se encuentra por encima de los 11.50 dólares. Claro hay que aclarar que mientras en nuestro país este sueldo se refiere a la jornada laboral de 8 horas en Canadá y Estados Unidos este salario es por hora, esta diferencia en las percepciones de los trabajadores de América del Norte es una de las acciones que vuelve atractivo a nuestro país para la inversión extranjera, pero también es uno de los factores que Trump utiliza para denostar al tratado y acusar a México de oportunista. La molestia de Canadá y Estados Unidos es más que lógica. Al interior del territorio nacional este mini salario es una de las causas principales de la desigualdad social y de la creciente brecha económica que imperan en nuestro país.
Las trapacerías de ciertos empresarios mexicanos, Secretaría del Trabajo y gobierno federal quedan manifiestas, siempre avaladas por los otros dos poderes de la nación. Ni los legisladores y mucho menos los jueces están dispuestos a trabajar en aras de obreros, campesinos y empleados, aunque presuman ser parte de un gobierno emanado de una revolución que nunca concluyó.
Quien quiera gobernar a México debe afrontar el tema de manera directa no con la palabrería estéril de José Antonio Meade, ni con los tapados de ojos al gato de Andrés Manuel. Sí este es uno de los temas claves planteado por nuestros socios comerciales para poder avanzar en las negociaciones de TLCAN, así como de suma importancia y justicia social para los trabajadores mexicanos, es necesario que este presente en el debate de los candidatos presidenciales y en su agenda diaria.
Por extensión debe ponerse sobre la mesa la desaparición de la CONASAMI que de nada o poco sirve y dejarla como un despacho de la Secretaría del Trabajo que es otro de los elefantes blancos del gobierno federal, una Secretaría incapaz de elaborar propuestas laborales inteligentes y que promuevan justicia y equidad en cuestiones de la materia para que el legislativo genere leyes. Claro que eso sólo sucede en países donde los legisladores son ciudadanos iguales a los que los eligen y no estos diputados y senadores que en materia de salario reciben lo que resulta una afrenta para los mexicanos, sin contar todas las canonjías y transas que desde curules y escaños ejercen sabiéndose protegidos por un fuero que los pone por encima del ciudadano común y corriente.
Esta es ya la cuarta campaña en la historia de México moderno en la que se vislumbra la existencia de una débil e imperfecta especie de democracia y es muy posible que el PRI pierda de nueva cuenta la presidencia, por eso muchos mexicanos exigimos temas reales en el debate y las agendas de los candidatos. No sólo la palabrería demagógica de siempre, las estupideces de programas del gobierno que encubren las transas de los gobernantes como ha quedado de manifiesto este sexenio en el que el partido en el poder se ha robado todo el dinero de los mexicanos y dejará en diciembre una deuda que no vemos desde tiempos de Carlos Salinas de Gortari, algo típico del PRI. Necesitamos estrategias y planes sobre puntos específicos si queremos ver un desarrollo de México que sea digno y prometedor para los habitantes del país.


publicado en blureport.com.mx el 16 de abril de 2018

viernes, 13 de abril de 2018

La “justicia” electoral.




Lo único que falta en este proceso electoral es que uno de los poderes o el mismo Peña Nieto disuelvan a los organismos electorales pretextando ser parciales.

Armando Enríquez Vázquez

 Nada más patética que la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en el sentido de incluir a Jaime Rodríguez “El Bronco” en la boleta electoral, no por el hecho de que en teoría se defiendan los derechos humanos y electorales de un pre candidato, si no por la desfachatez de actuar conforme a los intereses de la Presidencia de la República y PRI al reconocer y legitimar la trampa y la corrupción de un personaje cínico como Jaime Rodríguez “El Bronco” quien cometió un delito electoral, curiosamente no tipificado, al presentar más firmas falsas que reales para sustentar su candidatura, por el simple hecho de que, en teoría, pude quitarle puntos a López Obrador.
Hace unas semanas el INE se pronunció en un sentido similar al aceptar la candidatura “independiente” de Margarita Zavala quien presento más firmas falsas que “El Bronco” pero menos por muy poco que las reales para que el Instituto Nacional Electoral “se olvidara” de las falsas y le permitiera de manera facciosa golpear al golpeado Ricardo Anaya.
Más allá del claro mensaje político que esto manda a la sociedad y al mundo, donde de por sí la visión del México más corrupto que nunca es una certeza, es que en materia de parcialidad a favor del partido en el poder y la preservación de su sistema todo se vale. Utilizar a la PGR en contra de la oposición, destituir a fiscales, atacar a gobiernos de Estados soberanos de la federación desde la Secretaría de Gobernación. En México todo se vale para que nada cambie.
Costó a la sociedad mexicana 70 años librarse de la Dictadura Perfecta ejercida por el PRI, para que un traidor, hoy reconocido priísta, Vicente Fox y un grupo enfermo por el poder encabezado en su momento por Felipe Calderón, hoy por José Antonio Meade y Javier Lozano, dieran al traste con la naciente democracia mexicana.
El PRI es el menos interesado en crear oportunidades para los mexicanos, establecer un sistema educativo de mediana calidad, un nivel de vida decoroso para los mexicanos y sí continuar en el poder implica descaradamente manipular a jueces títeres, sin lugar a duda lo hará y lo ha hecho. Los magistrados que obedecen a los intereses de la presidencia y del PRI son Felipe Alfredo Fuentes Barrera, José Luis Vargas Valdez, Mónica Aralí Soto e Indalfer Infante González cuatro magistrados que, como en el caso de “El Bronco”, llegado el momento podrán anular la elección si así le conviene a sus amos, porque entre estos cuatro poco éticos jueces tienen la mayoría de los votos del pleno del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
El TEPJF y el INE ahora simulan desacuerdos y se atacan cuando en realidad los dos han jugado su papel en la aprobación de candidatos independientes poco éticos. Y lo peor está por venir porque en su momento estos mismo pseudo magistrados habrán de validar o no a Armando Ríos Píter, el último de los independientes en supuestamente haber logrado las firmas necesarias para obtener la candidatura y al que el INE le negó la misma con el mismo argumento que se la validó a la esposa de Calderón, la presentación de firmas falsas. Siendo justos, lo que no parecen ser ni los magistrados del actual TEPJF y los consejeros del INE de Peña Nieto, el apodado “Jaguar” deberá tener su lugar en la boleta, pero con estos magistrados no se sabe.
Cabe aclarar que, a diferencia del Instituto Nacional Electoral, la magistrada electoral Janine Otálora Malassis, votó en contra de la resolución que favoreció al gobernador con licencia de Nuevo León, mientras todos conocemos el papel de tapete que incluso al interior del INE tiene Lorenzo Córdova Vianello, quien ha desgastado el cargo de Consejero Presidente de una manera que después de Leonardo Valdés Zurita hubiera parecido imposible. Aunque también es cierto que la presidenta del TEPJF y los otros dos que se abstuvieron en el caso de “El Bronco” fueron parte del voto unánime que validó las elecciones de Coahuila y el Estado de México en 2017.
La democracia mexicana parece estar muerta cuando desde sus entrañas es atacada, cuando aquellos que deberían defenderla y procurarla se encargan de servir a los intereses más oscuros. Son estos magistrados y cinsejeros los que habrán de avalar una elección que a ojos de buen cubero y tratando de darle validez alguna a las encuestas, el PRI no ganará de manera legal y si lo hace será porque toda la maquinaria del Estado y todas las transas que acostumbra el PRI se ejercerán incluyendo la aprobación en su momento del INE y en el final del TEPJF.
Es claro el desprecio que ambos órganos tienen en la actualidad por la ciudadanía, por su opinión, pero más preocupante es el desprecio que tienen los dos por la democracia.


lunes, 19 de marzo de 2018

La ética ecléctica del INE




En materia electoral y bajo la vara del INE no todas las irregularidades son tan irregulares y la deshonestidad electoral se vale en ciertos casos.

Armando Enríquez Vázquez

Durante la infancia como parte de mi educación cívica en casa se me enseñó que era los mismo robar quinientos pesos que veinte centavos, lo primordial no era la cantidad, sino el acto deshonesto. El INE nos acaba de dar una lección a todos los mexicanos de la carencia de ética al interior de ese instituto.
Revocar o cancelar las candidaturas independientes de Armando Ríos Piter y de “El Bronco”, Jaime Rodríguez Calderón, porque utilizaron firmas falsas de apoyo es la decisión correcta y en teoría hablaría bien de los consejeros del INE y de la institución en general. Aprobar la candidatura independiente de Margarita Zavala, quien cometió las mismas faltas que los otros dos, habla de que INE es un organismo corrupto hasta la médula, como ya lo sabíamos.
El viejo dicho dice: “Tanto peca el que mata la vaca, como el que le agarra la pata”. En México a lo largo del sexenio de Enrique Peña Nieto, el asesinato de la frágil y poco efectiva democracia mexicana se convirtió en un objetivo importante. Afianzar el poder del PRI a través de la corrupción de los medios, amagando a la ciudadanía, adueñándose de las instituciones y borrando a todas aquellas instituciones que imparten justicia o buscan, en teoría, la transparencia de un Estado que se ha convertido bajo el mandato del mexiquense en uno de los más corruptos del mundo, son las estrategias de un hombre y un régimen que aún piensa que está en los años setenta del siglo pasado.
El actuar del INE revela y confirma la intervención en las elecciones de los siniestros grupos del poder. Margarita Zavala, estará en las boletas, a pesar de sus violaciones de la ley electoral por ser parte de un grupo de poder.
El poder que aún pretende tener Felipe Calderón y su séquito de senadores y diputados e infiltrados en la campaña de José Antonio Meade, pareciera cierto con la decisión opaca del INE. No se puede y no podemos permitir que una candidatura independiente, que supone una visión de gobierno diferente a la de sistema, esté basada en una trampa, en una violación de la ley que nos demuestra que antes que la vocación política por gobernar al país, lo único existente es la voraz ambición de un grupo liderado por el ex presidente.
Incluso la candidatura de Margarita podría representar la tablita de salvación a la fallida candidatura de José Antonio Meade, y a pesar de decirse independiente la esposa de Calderón podría estar pactando en lo oscurito y a través de pájaros de cuentas como Javier Lozano con el PRI para co-gobernar en caso de ganar. Ella está desesperada por legitimar su persona y su calidad como política y el PRI se encuentra con todos los focos rojos prendidos con una selección errónea y un candidato no priísta que en nada ha contribuido mejorar la imagen más que deteriorada del partido en el gobierno ante la ciudadanía. Incluso, no sé cual es el sentir de los miembros del PRI de cepa, al ver a un arribista sin partido ser designado por un presidente que fue incapaz de reposicionar en seis años la imagen del PRI al frente de su instituto político, pero seguramente se siente defraudados en el menor de los casos, cuando no traicionados.
Estoy de acuerdo con Andrés Manuel López Obrador, hay que dejar participar a los tres candidatos independientes, porque si la tramposa de Margarita Zavala es exonerada de su delito electoral, la misma vara retorcida debe medir a Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” y a Ríos Piter y concederles la participación. De lo contrario una vez más habrá triunfado la impunidad que desde Los Pinos y a través la voz del servil consejero electoral Ciro Murayama intentará fraguar el fraude electoral de las próximas elecciones. Cómo diría mi abuela: “O todos coludos o todos rabones”.

sábado, 17 de febrero de 2018

Rumbo al fin de la democracia.



La democracia es la forma de gobierno que menos se ha ejercido a lo largo de la historia humanidad.

Armando Enríquez Vázquez

“La democracia esta sobrevaluada” asevera en alguno de los capítulos de House of Cards Frank Underwood el cínico y ambicioso político, que protagoniza la serie.
Lo cierto es que el sistema que tanto valoramos y que tanto decimos respetar, el sistema que fue el paradigma del siglo XX, parece haberse agotado a nivel mundial. Lo peor es el promotor de la más descarada avaricia de los seres que detentan el poder que en teoría les ha conferido el pueblo.
La democracia es la forma de gobierno que menos se ha ejercido a lo largo de la historia humanidad y así como la democracia griega era imperfecta y de acuerdo con Platón se trataba de uno más de los sistemas corrupto de gobierno, la mayoría de las democracias actuales que se suponen incluyentes e igualitarios son una verdadera porquería.
Las democracias modernas se autodefinen por la existencia del voto ciudadano y se basan en un sistema de poderes y/o órganos de gobierno independientes como se supone existen en México: Ejecutivo, Judicial y Legislativo. Otras democracias tienen un parlamento muy fuerte; es ahí de donde surge el ejecutivo como cabeza que representa a la mayoría de los ciudadanos quienes votaron a las fuerzas políticas y también están las más primitivas como la estadounidense que depende de un complejo y tramposo sistema que anula el voto ciudadano y se lo da a una elite.
Lo peor que le puede suceder a una democracia es que uno de los poderes anule o someta a otro o a todos los demás poderes. Entonces se convierte en una dictadura. Algo que sucedió durante setenta años y sucede en el México de Peña Nieto y del que ya sabemos cuál es el resultado; la corrupción y encubrimiento de las canalladas de políticos que son parte de la camarilla del presidente en turno. Peña Nieto, como cualquier tirano, se ha empeñado en negar dar cabeza a la Procuraduría General de la República, ni nombrar titulares que se responsabilicen de las instituciones que creó demagógicamente él mismo contra la opacidad y la corrupción. Amenazando y obligando a renunciar a un fiscal electoral que investigaba el dinero corrupto que ayudó en la campaña del actual presidente y atacando a gobiernos libres y soberanos como el de Chihuahua, por tratar de hacer justicia a las atrocidades que los gobernadores de Peña Nieto y la cúpula del PRI Nacional realizaron en contra de los mexicanos y en especial de los chihuahuenses.
Algo similar comienza a suceder en la que, con arrogancia, se ha autonombrado la Democracia ejemplar del mundo, cuando el presidente Donald Trump decide atacar al más puro estilo del dictador Nicolás Maduro, al sistema de justicia de aquel país o mofarse de los legisladores.
Los intentos de Donald Trump por someter no sólo a los órganos encargados de imponer la ley como el FBI, sino su interferencia directa con el Fiscal de Estados Unidos, demuestran el poco espíritu democrático del presidente de Estados Unidos. No recuerdo haber escuchado en el vocabulario del racista y autoritario presidente norteamericano la palabra democracia.
México, como Estados Unidos, España y muchos otros países del mundo está muy lejos de ser una democracia, como se nos hizo aprender la definición, y está mas cerca de una sociedad feudal donde la clase gobernante unida y dividida en diferentes partidos y personalidades pretenden dominar y minar el patrimonio de los mexicanos, ciudadanos (burgueses) o población rural (campesinos).
Sí la democracia está en crisis es gracias a sus propias características y a la ignorancia de los ciudadanos. El surgimiento de poderes fácticos que no dependen del voto de nadie y se perpetúan dictando desde sus intereses la agenda nacional, viendo pasar y manipulando a presidentes y autoridades electas es una de las claras muestras del fracaso de la democracia moderna. Por ejemplo, sindicatos, medios de comunicación y empresarios, eso sin contar al crimen organizado que se infiltra en todos los anteriores.
Si bien, al menos en teoría, los sindicatos existen para salvaguardar los derechos de los trabajadores de un gremio, la verdad es que son estos sindicatos, en México y en Estados Unidos, por poner un par de ejemplos, los que doblegan las ideologías de candidatos y gobernantes cuando se intercambian votos por posiciones de poder, tal y como lo han hecho priístas y panistas para alcanzar el gobierno.
Sin duda el descaro de Peña Nieto en su alianza con Carlos Romero Deschamps de PEMEX y de Felipe Calderón con Elba Esther Gordillo son los ejemplos recientes más claros, pero no los únicos, y la alianza de López Obrador con los familiares de la líder de los maestros nos demuestra lo poco importante que es el ciudadano para los políticos actuales.
La democracia como la entendemos en el siglo XXI es incluyente y tolerante, algo que es falso en México, en España, en Estados Unidos, donde las voces opuestas al gobierno son descalificadas, censuradas o en peor de los casos anuladas por medio del asesinato. Si estoy en el gobierno puedo sin ningún problema enarbolar la bandera racista, desde Trump contra negros y latinoamericanos hasta el pobre personaje que es Enrique Ochoa Reza al hablar con desdén de los “prietos” que conforman a Morena. Los ganadores se sienten con el derecho de menospreciar y burlarse de los que han quedado en segundo o tercero lugar.
Gane quien gane las elecciones en nuestro país, sin importar como se desmorona la democracia a nivel mundial, los mexicanos debemos replantearnos nuestro sistema de gobierno, como debe evolucionar y porque durante los próximos seis años seremos gobernados, como lo hemos sido este sexenio por alguien que no va a ganar las elecciones con una mayoría del voto, porque difícilmente el que gane en México en el 2018 lo hará con más del 37% de los votos y eso aquí y en China, solo demuestra que la oposición es mayor.

lunes, 12 de febrero de 2018

Los responsables de los estertores de la democracia mexicana.



El sistema político mexicano parece haber mutado de la dictadura del poder a la dictadura de la partidocracia donde personajes saltan de un partido a otro y nosotros indolentemente lo permitimos. 

Armando Enríquez Vázquez

La Democracia mexicana tan cacareada, manoseada, frágil y hasta cierto punto inexistente surgió con el siglo, cuando la finalmente se derrocó con el voto ciudadano la dictadura que durante más de siete décadas ejerció el PRI en México.
En la celebración y autocomplacencia a los ciudadanos se nos olvidó que sólo nosotros los ciudadanos podemos y debemos cuidar esa democracia, para los partidos y políticos la democracia es sólo un termino que se utiliza de manera demagógica para obtener el voto o validar su intransigencia y abusos de poder. 
Los medios y aquellos periodistas que se creen las alabanzas huecas que les hacen los mismos directivos de medios llamándolos pomposamente líderes de opinión como sucede con Denise Maerker, Ciro Gómez Leyva, Joaquín López Dóriga, Javier Alatorre entre muchos otros, son enemigos directos de la democracia, pues prefieren ser serviles antes de ejercer su libertad de expresión, son además una vergüenza para una profesión que es blanco de las armas del crimen organizado o de los partidos políticos cuando se oponen o denuncian. Pero son estos mal llamados periodistas, pues sólo se limitan a leer lo que les pone el teleprompter, el primer círculo de plañideras que lamentan los crímenes contra los periodistas y que en realidad ensombrecen y anulan la democracia en México.
En México la democracia que nació casi con el siglo ha sido secuestrada, torturada y desmembrada ante los ojos de nosotros una ciudadanía apática, por la partidocracia que en su momento encabezaron los presidentes panistas, hoy encabeza Peña Nieto y que ha sido manipulada por bancadas legislativas del PRI que en su momento se opusieron a lo mismo que tarde y a destiempo los obligó a aprobar Peña Nieto. La complicidad también ha venido desde los gobiernos estatales y de personajes como López Obrador más preocupado por ver como brilla y consultar a su adulador espejito mágico que le dice que es el mejor candidato, pero que es incapaz de mostrar solidaridad en frentes de injusticia como lo que sucede en Chihuahua o en su momento hacerse presente en casos como el de los trabajadores esclavos en el norte y centro del país.
Pero los mayores culpables de la muerte anunciada de la democracia somos sin duda los ciudadanos. Los discursos de Meade, de Anaya, de López Obrador, sobre todo de este último poco o nada tiene que ver con el México actual y mucho menos con el del futuro. Las palabras inocuas de los tres principales precandidatos, nada dicen del futuro de México, pero si redundan en reforzar un corporativismo a ultranza que no tiene cabida dentro de una democracia moderna. Nosotros por hartazgo o por comodidad hemos decidido dejar de luchar, dejar de exigir, dejarnos vencer.
No sólo es el discurso combativo contra la corrupción y la impunidad que interesa imponer a partidos políticos y medios de comunicación, tenemos que pedir a los hoy precandidatos una clara propuesta de cómo piensan que México debe enfrentar el futuro, pero esos temas que son ajenos a políticos como Andrés Manuel López Obrador únicamente nosotros los mexicanos podemos ponerlos y debemos ponerlos sobre los atriles de los debates presidenciales.
No podemos mantener la resignación que tenemos frente a los medios. Los cuales, llenándose los bolsillos con el dinero de los contribuyentes, porque ellos son incapaces de generar contenidos veraces, Inteligentes, creíbles se han conformado por sobrevivir mediocremente sirviendo sin tapujos a lo que los políticos en el poder les ordenan, son los que quieren crear una agenda light e inocua para los precandidatos, en especial para José Antonio Meade.
Hace mucho debíamos de haber apagado nuestras televisiones y radios, haber dejado de comprar periódicos, evitar consultar portales maniqueos que nada tienen que ver con la realidad de México y sí con Peñilandia, ese mundo que es peor que Foxilandia, o Pejelandia ese reino mágico del perdón, el amor y la bipolaridad con los que nos quieren hacer creer que el sistema mexicano está enfermo, pero no tanto como para no aguantar otro sexenio de ratas de todos colores.
Hoy somos testigos de la intolerancia de un PRI que cínicamente se autonombra democrático, pero impide el paso de la Caravana por la Dignidad con sus peores y mas ignorantes personajes como la alcaldesa de Gómez Palacios, Durango Leticia Herrera y el grupo de golpeadores que pagó ella y su partido para impedir el mitin en el centro de ese pueblo norteño. Un PRI dispuesto a impedir que se sepa como se maneja el dinero federal creando de manera exprés una fiscalía contra la tortura cuando el presidente y su partido se han opuesto directamente a nombrar un Procurador de Justicia de la Nación, un fiscal contra la corrupción, que prefieren un país opaco, violento e injusto. Un partido más interesado por ser una dictadura que un gobierno democrático.
La democracia es defendida por un puñado de mexicanos que salen a manifestarse a las calles, por otros que buscan defender sus derechos ciudadanos y los del resto de mexicanos buscando candidaturas independientes que alejen a México de los miembros de la partidocracia.
El sistema político mexicano parece haber mutado de la dictadura del poder a la dictadura de la partidocracia donde personajes saltan de un partido a otro y así como el PRI presenta candidatos y acepta a gente de Calderón, Morena se nutre con lo peor del foxismo, el priísmo y el perredismo. Como su precandidato a la presidencia municipal de Morelia.
Nosotros los ciudadanos debemos preguntarnos ¿Qué estamos haciendo nosotros, además de quejarnos y lamentarnos con resignación, por México?

publicado en blureport.com.mx el 2 de febrero de 2018

miércoles, 31 de enero de 2018

El Partido que roba a los ciudadanos.



El PRI ha robado a los mexicanos por más de setenta años no sólo dinero, se ha encargado de robarnos la estabilidad, los niveles de bienestar y en ocasiones como 1968, 1972 y 2014 a los jóvenes.


Armando Enríquez Vázquez

La cloaca que ha destapado el gobierno del estado de Chihuahua, ha estado en realidad abierta desde hace ya muchos años, y los mexicanos hemos decidido ignorarla para simplemente quejarnos de los malos manejos que los gobernantes y funcionarios federales y estatales del PRI hacen de los recursos públicos para enriquecerse. Lo que ha hecho el gobernador Javier Corral es crear un mapa claro acerca de la forma en que el PRI actúa en contra de los mexicanos, en específico de los chihuahuenses en este caso, y a favor de la pandilla de avariciosos políticos que conforman a ese llamado nuevo PRI. De cómo el dinero va del bolsillo de los ciudadanos a las arcas de la Secretaría de Hacienda y de ahí de manera mafiosa a las campañas electorales del PRI, de ese dinero una parte se utiliza para la compra directa del voto corrompiendo a ciudadanos empobrecidos por las llamadas políticas sociales que existen sólo en el discurso demagógico y populista de los políticos y creando un círculo perverso, de nunca acabar.
Todo lo que durante décadas se hizo de manera institucional y bajo un sistema presidencial, hoy en una tambaleante democracia o en una pelea de ambiciones partidistas queda al descubierto cuando un personaje como el gobernador de Chihuahua decide limpiar o al menos aclarar el cochinero y la situación de quiebra en que el pasado gobernador del PRI César Duarte dejó al estado más grande de la república mexicana.
El caso de Chihuahua, tal vez no sea el único, pero gobernadores priístas, como Alfredo del Mazo jamás irán en contra de sus ex jefes Enrique Peña Nieto y Eruviel Ávila, al contrario se encargan de  cuidar las espaldas, son producto de esta corrupción de la partidocracia, lo peor resulta al ver el actuar cómplice también de los llamados gobernadores de oposición, quienes de manera servil y avariciosa pretextan la amenaza del gobierno federal a no entregar los recursos para sus gobernados y de esta manera voltean al lado opuesto de Javier Corral, aun cuando se trate de un correligionario. Sólo uno de 32 se ha atrevido a llevar una investigación como la de la fiscalía de Chihuahua, que además parece impecable e indestructible, pues ha enojado y puesto a temblar al CEN Priísta, sus ex líderes, a la Secretaria de Hacienda y sus funcionarios e incluso al precandidato presidencial.
Lo grave de esta investigación, no es la corrupción que queda demostrada en los gobiernos estatales del PRI, ni el modus operandi del Partido Oficial y que gobierna a los mexicanos para ganar de manera tramposa e ilícita las competencias electorales, lo que es más grave es que el gobierno federal de Enrique Peña Nieto reaccione de la manera que lo hizo actuando no en contra del gobernador de Chihuahua, si no contra todo la ciudadanía del estado norteño, sin importarle si afecta a aquellos que durante muchos años han sido fieles votantes del PRI. Respondiendo no con un discurso legal y pruebas que lo exoneren, sino aplicando la ley del garrote en contra de los mexicanos. Peña Nieto y sus funcionarios quieren revivir a ese partido dictatorial que acabó con México y la voluntad de sus habitantes por más de siete décadas.
Más repugnante e insultante es una de nueva cuenta el servilismo de canales de televisión, estaciones de radio y portales informativos que como siempre callan ante la enorme inversión publicitaria del estado en sus medios lo que les permite subsistir. Medios indignos, que solo saben plañir, que desinforman y son parte importante de la propaganda demagógica del Estado.
Triste resulta que “ya sabes quién” ni esta boca es mía ha dicho, ¿será por “ya sabes quién” es igual de corrupto que los otros y pasados ya sabes quiénes? Triste porque en su mente cerrada las únicas batallas válidas son las de él, porque “ya sabes quién” no es demócrata, ni objetivo. Es otro demagogo nacido en la escuela priísta o ¿ya olvidamos los que vivimos en la CDMX la manera en que nos gobernó y la sarta de pillos que encubrió?
El PRI ha robado a los mexicanos por más de setenta años no sólo dinero, se ha encargado de robarnos la estabilidad, los niveles de bienestar y en ocasiones como 1968 y los negros años setenta de populismo y represión de Luis Echeverría Álvarez, se ha encargado de robarnos a la juventud y muchos hombres y mujeres de ideas diferentes a las de un obtuso burócrata que gustaba ocultarse detrás de anteojos oscuros y guayaberas populistas. El PRI ha robado el crecimiento de las familias mexicanas y de los sueños de al menos una generación entera que vivimos en las crisis resultantes del asalto impune a las arcas de la nación por politiquillos marrulleros como el mismo Echeverría, López Portillo y Carlos Salinas de Gortari. La depreciación del salario de los mexicanos en más de cincuenta años es el origen de los cincuenta millones de mexicanos que viven en la pobreza. Porque contra los incrementos de precios como los del año pasado y la devaluación diluida de este sexenio, los salarios han tenido un crecimiento raquítico propiciando que los consumidores compren menos bienes en el sector establecido y recurran a la piratería y mercancía robada de todo tipo, lo que alienta al crimen organizado que pareciera el verdadero aliado del gobierno y no los sectores empresariales y de emprendedores.
El PRI ha robado los ideales de los principales pensadores mexicanos para convertirlos en sinsentido populista y demágogico, el gobierno de Peña Nieto que también se ha encargado de atentar contra jóvenes y ciudadanos en defensa de su tranquilidad como los jóvenes de Ayotzinapa o el doctor José Manuel Mireles quien se convirtió en el preso político de este sexenio por actuar y defender lo que el estado mexicano, su comisionado para la paz y el gobierno de Michoacán eran y son incapaces de establecer; la seguridad en muchos municipios de ese estado.
Los priístas nos roban la tranquilidad y la seguridad porque es su forma de actuar de la mano del crimen organizado en más de una ocasión demostrado y documentado, y su actuar omiso frente a posibles criminales como Mario Marín, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, Emilio Lozoya, entre muchos otros no son ni siquiera expulsados de un partido que desprecia a los mexicanos manteniendo con arrogancia a estos militantes.
Lo que sucede hoy en Chihuahua y la caravana que encabeza Javier Corral debería ser el verdadero parteaguas si aspiramos a ser un país democrático y plural, si queremos que el PRI deje de robarnos cosas y dinero nuestro mensaje no sólo debe ser claro en las urnas sino en todos y cada uno de los actos que llevemos a cabo.

publicado en blureport.com.mx el 22 de enero de 2018 

viernes, 3 de noviembre de 2017

Margarita y los otros 47.



Vienen las elecciones y un gran número de oportunistas y políticos chaqueteros buscan una candidatura independiente.

                                    Armando Enríquez Vazquez.

De acuerdo con el corte de caja del INE al 31 de octubre los aspirantes a una candidatura independiente a la presidencia de México en 2018 han recabado tan sólo 252 mil firmas en total entre todos. Algo que habla del pensar de los mexicanos.
Odiamos a los partidos políticos y a sus políticos, pero no confiamos en los independientes tampoco.
Es cierto que la caballada independiente es muy pobre, tan pobre que en el asunto de la recolección de firmas Margarita Zavala solo ha conseguido el 5% de las firmas necesarias y eso que cuenta con un año de encuestas, más de dos en campaña y todo un aparato salinista y calderonista para recabar dichas firmas,  o tal vez sea por eso, porque esa ambición, parece no tener límites, ni fronteras ideológicas y por eso decidió renunciar a la militancia de toda una vida, como quien cambia de camisa, de rebozo en su caso y a los mexicanos eso no nos gusta.
Pero Margarita no es la única con ambición de poder, pues entre los 48 hay de todo, políticos corruptos, políticos no tan corruptos, políticos ingenuos, miembros de la sociedad civil, víctimas del sexenio, la gran mayoría de ellos desconocidos para los mexicanos y lo que es peor, no conocemos el plan de gobierno de ninguno, ni quien los va a acompañar en el gobierno en caso de que ganen.
Muchos de estos candidatos, la gran mayoría, no habrán de lograr el número de firmas requerido. Aun así, el gasto que ya hacemos los mexicanos en una democracia más que fallida aumentará, así sea uno o dos aquellos que logren recabar el casi millón de firmas. La supuesta democracia mexicana tiene uno de los costos de voto más altos del mundo, y ahora tendremos que pagar la campaña de algunos de estos personajes que no nos queda claro porque quieren ser presidente, ni como ejercerían el poder de ser presidente y mucho menos porque tenemos que pagar su campaña.
Hoy cuando cuestionamos el financiamiento de partidos políticos y la cantidad de dinero que gastamos los mexicanos en los zánganos que son nuestros legisladores y esos bandidos que nos gobiernan, debemos de la misma manera cuestionar a todos estos candidatos. En teoría, y sólo en teoría los partidos son instituciones legales y reconocidas, los independientes de alguna manera no lo son. Debemos recordar y cuidarnos de aquellos fraudes disfrazados de ejercicio democrático que en su momento han resultado ser muchos minipartidos de efímera vida, que sin embargo han representado grandes fortunas para sus fundadores a costa del dinero de todos nosotros, debemos asegurarnos qué esto no se repita en los candidatos independientes. No hay que entregar nuestra firma sin antes saber bien a bien que es lo que buscan estos llamados independientes, pues en muchos casos únicamente buscan nuestro dinero, que de manera directa pasa de nuestros bolsillos a los suyos.
Y en caso de que estemos seguros de las buenas intenciones de un independiente, su amor por México y sus ganas de cambiar el corrupto sistema político mexicano, antes de firmar a su favor exijamos que nos hagan saber su plan de gobierno y quienes son aquellos probos mexicanos que servirán con ellos en su gobierno para lograr el cambio. Hay que recordar que de buenas intenciones está cubierto el camino al infierno.
Debemos escuchar las propuestas al menos de aquellos que tienen posibilidad de recolectar las más 800,000 firmas necesarias para el registro. Aunque el panorama debe ser poco alentador para la mayoría de estos aspirantes a la presidencia.
Debemos exigir expongan las razones por las que han decidido intentar ser candidatos a la presidencia, así también nos daremos cuenta sí se trata de candidatos pagados por intereses afines a que el PRI permanezca en el poder, si sólo los mueve el ego, o si realmente tienen interés en sacar adelante el país. Saber que los llama a pretender ser candidatos no basta, también tenemos que exigir conocer que nos ofrecen a los mexicanos para poner al país en marcha. A pesar de la visión retrograda de Andrés Manuel López Obrador, su propuesta es cada día más definida, y sus alianzas políticas que no conocen el pudor y da lo mismo que trabaje de la mano de gente relacionada al crimen organizado como el delegado de Tlahúac, sus supuestos nexos con los Abarca, con Lino Korrodi, con el suegro de Emilio Azcárraga Jean, incluso con el mismo Carlos Salinas como señala Raymundo Riva Palacio en sus columnas, nos dan una idea del tipo de gobierno que podemos esperar de alguien que tiene tal sed de poder.
Son 48 candidatos de los que no sabemos casi nada acerca de porque han decidido entrar en la carrera presidencial. Algunos de ellos no han conseguido una sola firma y quienes llevan la delantera en la recolección de acuerdo con el INE son Margarita Zavala, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” y María de Jesús Patricio. Ninguno llega aún a las 50,000 firmas. Lo que habla de la desconfianza que los independientes dan a la ciudadanía, pero por otro lado no debemos menospreciar los obstáculos que el servil INE les ha puesto y que va desde el número de firmas a recopilar hasta la inservible aplicación que generaron para impedir la recopilación de firmas. Aunado a las campañas en su contra que desde los medios pagados por la publicidad del Estado se les hace.
Margarita Zavala, que encabeza la recolección de estas firmas, una mujer caprichosa como lo muestran sus actos y un poco zafia como lo muestran los videos subidos a últimas fechas en redes sociales, cuyo objetivo junto otros calderonistas, incluyendo a su marido Felipe Calderón, es solamente restar votos a la oposición para que gane el PRI, de la misma manera que lo han hecho con las dos candidaturas de Josefina Vázquez Mota en 2012 y 2017.
Fingir que vivimos en una democracia con el INE y la reforma electoral es igual a la ficción de vivir en un estado de derecho, cuando ninguna de las instituciones que ejecutan las leyes tiene titular.


lunes, 14 de agosto de 2017

¿Es el INE un peligro?




El INE es el promotor número uno en nuestro país del abstencionismo, el defensor de las ilegalidades y el pregonero del fin de la frágil y casi nula democracia mexicana.

Armando Enríquez Vázquez

Hace unas semanas el académico y escritor Sergio Aguayo levantó una polémica al tuitear que el INE era un peligro para México, poco después Cuauhtémoc Cárdenas y Emilio Álvarez Icaza, junto con otros ciudadanos importantes pidieron la renuncia de los consejeros del Instituto Nacional Electoral, pues al parecer de estos distinguidos ciudadanos el INE ha perdido su autoridad moral y lo cierto es que no les falta razón y argumentos. Ni a Aguayo, ni a Cárdenas, Álvarez Icaza, Denisse Dresser y demás ciudadanos que exigen los cambios en el Instituto están equivocados en el letal papel que el INE representa hoy para la democracia mexicana. No existe comparación entre el patético Instituto Nacional Electoral, renombrado por Peña Nieto y sus bufones en el Congreso de la Unión y aquel el primer Instituto Federal Electoral. En primera porque es claro que el espíritu de ese IFE, presidido por José Woldenberg, era democrático, plural y ciudadano. No conformada por apátridas que lejos de representar a los ciudadanos, representan y se deben a todos los partidos políticos. Ese primer IFE ya había sido traicionado desde ya hace mucho por personas como Leonardo Valdés que vio al Instituto como una especie de caja grande, para sus borracheras y pachangas. por cierto, nunca auditaron sus gastos y sigue en libertad el angelito.  
El INE, no sólo es un peligro, es el promotor número uno en nuestro país del abstencionismo, el defensor de las ilegalidades y el pregonero del fin de la frágil y casi nula democracia mexicana. Es el principal actor en la validación del secuestro de la democracia por los partidos políticos. Lorenzo Córdova Vianello es únicamente un títere, pues el que sale siempre a hablar y fijar la postura del Instituto es el príista disfrazado de consejero Ciro Murayama, vocero de Peña Nieto y Ochoa Reza y a quien, en unos años no me sorprendería ver haciendo de presidente nacional de su partido como ha sucedido con el hipócrita de Ochoa Reza. Lo cierto es que tan patéticos resultan los consejeros seleccionados o impuestos por los partidos políticos que no debemos olvidar a Benito Nacif, para quien es mucho más importante el hecho de cobrar su salario íntegro, como se lo prometieron, que defender la democracia.
Quedó demostrado como los políticos solo juegan al Tío Lolo, sin importar el partido y nadie en los medios masivos se atreve a cuestionarlos, el cinismo por una parte del senador Petista y aliado con López Obrador, Manuel Bartlett admitiendo el fraude electoral de 1988 y fingiendo demencia en cuanto al papel protagónico que jugó en todo ello, es vergonzante para todos los miembros de la partidocracia en México empezando por el mesías tropical que sin pudor alguno ha decidido hacer del ex gobernador poblano uno de sus aliados políticos. A Manuel Bartlett, que pretende ser parte del gobierno de López Obrados, ya se le olvido que fue recompensado por sus acciones dentro del fraude por Carlos Salinas dándole la gubernatura del estado de Puebla. A López Obrador también ya se le olvidó la cercanía de Bertlett con Salinas, como se olvidan las cercanías y amistades de Elba Esther y Lino Korrodi.
En México la democracia pareció funcionar únicamente con el triunfo del PAN en el año 2000 y digo pareció porque a Ernesto Zedillo no le quedó más que adelantarse a sus correligionarios y declarar el triunfo de Fox. Además, el entonces IFE, era un órgano totalmente independiente y ciudadano. La verdad es que la historia de las elecciones tanto federales como estatales se han manchado por fraudes de todos colores y tamaños a lo largo del siglo XX y lo que va del XXI. El PRI, se convirtió en el artífice de los fraudes electorales, más tarde el PAN y el PRD lo aprendieron y lo ponen con cierta eficacia en práctica en diferentes elecciones.
Hoy morena prepara a sus huestes para el 2018 y sobretodo desde la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México ya se encargó de blindar al corrupción de quien sea que llegue a la jefatura de gobierno en 2018 al aprobar laley de anticorrupción que le da a la asamblea todo el derecho de promover la opacidad como en los mejores momentos de PRI.
Lo que no debemos de perder de vista, es que el Instituto Nacional Electoral no está solo. Las acciones, o inacciones de la FEPADE y el TEPJF son los principales encargados promover y legalizar la violación sistemática de la Constitución en cada proceso electoral. El ejemplo de lo que sucede con las elecciones del Edomex y Coahuila son claro ejemplo de que la ley es sólo letra muerta, para los magistrados electorales y una simpática tradición para los partidos políticos que hicieron lo mismo hace un año en Veracruz, Chihuahua, Quintana Roo, Durango, Tamaulipas y que lo volverán hacer el año entrante a nivel federal y en los estados que renueven a sus gobiernos.
Y si nos vamos más a fondo, No son estos los únicos reductos donde se encuentra secuestrada la democracia los únicos peligros para México, el peligro inicia en los tres poderes que conspiran a diario contra los mexicanos, la legalidad y la fallida democracia en la que vivimos. Los enemigos más grandes de México no están en el INE, están sentados en curules y escaños haciendo de la patria un botín político. Son todos los jueces y ministerios públicos faltos de escrúpulos que imparten la ley ad libitum. Funcionarios de todos los niveles y en todos los ámbitos y partidos políticos, preocupados solamente en la mejor manera de transar. Un presidente, que junto con su gabinete resultan el epitome de la corrupción y el desprecio por los ciudadanos. El peligro que representa el INE es menor en comparación de otros, es más vistoso porque no insulta Lorenzo Córdova cada vez que habla y trata de convencerse, a nosotros no, de lo pulcro e impoluto que es el Instituto que dirige.
Cuando se habla de un estado fallido, también se debe hablar del origen de una democracia fallida, un simulacro democrático que después de más de veinte años de su supuesta ciudadanización, es hoy más partidista y partidaria que en los tiempos en que Bartlett realizó sus artimañas electorales para darle el triunfo a Carlos Salinas. El Consejero Presidente y todos los demás consejeros a los que se les paga por defender y hacer valer la democracia deben renunciar, claro que sí, pero debemos también pedir que renuncien todos aquellos que desde su puesto se han encargado de hacer del IFE, el hazmerreír de la democracia mundial.