martes, 1 de diciembre de 2015

Alcohol, mentiras y campañas políticamente incorrectas.



Mientras que por un lado hay campañas de bebidas alcohólicas que son hasta simpáticas, hay otras que son ofensivas para la sociedad del siglo XXI.

Armando Enríquez Vázquez.

La palabra alcohol como sinónimo de bebida embriagante siempre nos puede llevar por memory lane y dejarnos frente a un sinnúmero de anécdotas de todo tipo. Anécdotas que muchas veces al compartirlas con amigos y conocidos exageramos o maquillamos para sobresalir, para presumir y en último de los casos para no hacernos ver tan mal frente a ellos.
Así de sencilla parece la premisa de la campaña del tequila José Cuervo Especial, en espectaculares y paradas de camiones. De hecho, la ejecución limpia en un fondo amarillo con figuras negras que parecen salidas de un juguete infantil resulta finalmente atractiva para el que caminando por las avenidas de la ciudad de pronto se topa con los carteles. Las historias se cuentan en una frase que contrasta con lo que sucede a los personajes del cartel.
Está la pareja que asegura haber llegado en limusina, cuando el cartel nos muestra en un segundo plano del cartel vemos un taxi, del que la pareja se acaba de bajar. O aquel que presume que no cabía ni un alma más en la fiesta, cuando en realidad lo vemos sentado solo en una banca silbando una canción, bajo una inmóvil esfera de espejos muy de las discotecas de la década de los años setenta del siglo pasado.
El mejor de los tres que conozco es el de Las gemelas ucranianas, en esta ocasión la viñeta muestra a dos mujeres totalmente diferentes en estatura actitud, el tipo de cabello y por si fuera poco hasta el vestido es diferente. Pero la frase quiere hacernos creer que los personajes presumen haber conocido y conquistado a dos gemelas de la ex república rusa.



Los carteles de la marca tienen en primer plano la fotografía de una botella de tequila José Cuervo Especial y al lado la frase: Gracias choro por ser Especial. Dándonos a entender que la manera en la que nos choreamos a los demás en los diferentes convivios a los que asistimos va acompañada por la marca de tequila y nos hace pasar un buen rato.
En el otro extremo de la publicidad de licores y bebidas alcohólicas encuentro la denigrante y patética campaña de Torres 10. Espectaculares y carteles parecen tener como propósito asociar a la marca con la denigración de las personas y específicamente tienen una connotación de género que los puede poner al lado de la publicidad más políticamente incorrecta de todos los tiempos.
Entre los carteles creados para la marca el que he visto con más frecuencia presenta a una joven una mitad vestida de traje sastre, pelo recogido, anteojos; una mujer ejecutiva y conservadora. La otra mitad se muestra con el pelo suelto, sin las gafas y con una minifalda rosa. De lado de traje sastre leemos; De día expone. La otra mitad en minifalda va acompañada de la frase; De noche enseña. El hashtag LaMezclaEresTú, junto con la marca y una botella del producto firman el cartel. Mensaje; el alcohol es ese deshinibidor que necesitas para hacer cosas, por lo cual no sólo se promueve su consumo, si no su adicción.
 Justo ahora cuando hablamos de igualdad de géneros, cuando sabemos que en México la mayoría de la población son mujeres, a la agencia de la marca y a los encargados de la misma por parte de la empresa alcoholera no se les ocurre nada más que mostrar a mujeres y hombres que viven una doble vida una de día y otra de noche.
El hecho puede ser también parte de una realidad social, muchas personas buscan experiencias de todo tipo en todo tipo de ambientes, eso no tiene nada de malo si partimos de la base de que cada quién tiene derecho de decidir qué hacer con su vida, mientras no afecte a terceros inocentes. Lo que no se puede hacer es denigrar a la persona humana únicamente por la ocurrencia sexista de un director o gerente de marca y un creativo.


El alcohol es muchas cosas, entre ellas una sustancia que provoca adicción y en exceso puede llevar al consumidor a padecer graves problemas de salud y en algunos casos lo convierte en un peligro para la sociedad. Toda marca busca que la gente la compre y consuma, pero hacerlo de la forma irresponsable y estúpida en que lo hace Torres 10 debería estar sancionado por la ley, no sólo por la discriminación, sino principalmente por alentar el consumo para lograr cambios en la conducta y personalidad de las personas, entre otras cosas.

publicado en thepoint.com.mx el 23 de noviembre de 2015


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