La estulticia del sector de blanco, anglosajón y protestante, rural y/o obrero norteamericano y de su presidente electo exhibidas por dos campañas publicitarias.
Armando Enríquez
Vázquez.
Pocas veces un hombre de tan pocas luces ha provocado tanta
incertidumbre en la humanidad como Donald Trump. Pero más allá de lo que un
candidato como él dice acerca del Partido Republicano, de un sector de la
sociedad norteamericana y de la crisis de la democracia como la conocemos, hay
que resaltar el ingenio con el que ciertas marcas, en especial dos marcas de
cervezas hablan del candidato, de sus seguidores o de sus políticas. Como aún
hay publicistas capaces de hacer un pequeño ensayo sobre la naturaleza humana
al crear su trabajo.
El más creativo de estos comerciales contra Trump, es el de
la cerveza Cucapá que como premisa tiene el que Trump pague las cervezas. Para
ello y a manera de un pequeño documental, nos muestra a un mexicano que viaja
con un cargamento de camisetas de propaganda a favor de Trump. La leyenda, que
dice: Apoya a Donald, cambia con el
sol por Donald el que lo lea y
aparece una nariz de payaso.
Vemos al vendedor llegar al aeropuerto de Los Ángeles y
establecerse en una calle con su mercancía, después de vender unas cuantas
camisetas un policía, le pide su permiso, al decirle que no lo tiene, el
policía le dice pide levantar el puesto, apagar la cámara y marcharse. Finalmente,
el vendedor se traslada a otra zona y con la ayuda de un Gringou buena onda logra el objetivo de vender las camisetas necesarias
para pagarse la fiesta.
Lo interesante de este video es por un lado el demostrar ese
sentido emprendedor de muchos mexicanos en situaciones adversas y que ha
convertido a la comunidad mexicana en Estados Unidos en una de las más
crecientes e influyentes a pesar de cualquier mensaje racista de anglosajones,
negros y otros grupos de inmigrantes latinoamericanos como cubanos y
puertorriqueños. Y por otro, ese lado casi zombie de los anglosajones más
retrógrados al adquirir por adquirir bienes, en este caso por el simple hecho
de tener el apellido del candidato.
Mi momento favorito del video es cuando uno de los compradores
sonriente con su camiseta le pregunta al vendedor sobre su origen y este
responde que es mexicano, la cara del comprador lo dice todo y muestra esa
misma estulticia que caracteriza al candidato republicano.
Cucapá es una marca que inició en 2002 como una cerveza
artesanal de Baja California, el nombre proviene de uno de los grupos étnicos
de la región. El video de Cucapá es sin duda un excelente trabajo de
publicidad, de BTL y un retrato involuntario de un cierto sector de la
población norteamericana, del hedonismo americano pues vemos una joven que en
lugar de interesarse por la mercancía invita al mexicano a pasarse por su
recamara. Además del gringo amigo que ayuda a vender las camisetas con el único
fin de participar en la fiesta. Existen también aquellos que insultan al
vendedor por ofrecer mercancía de Trump.
En un formato más tradicional y con una ejecución ortodoxa se
encuentra un comercial de Tecate donde un grupo de mexicanos y de
norteamericanos se ven separados por un minúsculo muro que puede ser saltado en
aras de la amistad, las relaciones entre ambos pueblos y por el amor común por
la cerveza Tecate.
El mensaje es claro, en una franja de tierra donde la
frontera no necesariamente está delimitada por la geografía, sino por traumas
mentales, raciales o donde las relaciones entre los habitantes de ambas
naciones son tan antiguas y fuertes como los siglos que tienen ambas naciones,
muchas veces el mensaje de odio de un hombre mediocre e ignorante no basta para
convencer a todos. Una frontera que ni siempre ha sido clara, ni definida a los
habitantes de ambos países, basta leer algunas de las maravillosas novelas de
Cormac McCormic, en especial la Trilogía
de la frontera, y yo recomiendo el inicio de la misma que vale la pena leer
y releer Unos caballos muy lindos, editado
por Seix Barral.
La fuerza del mensaje en ambos comerciales es claro y
políticamente contundente. Tristemente mucho más que el de nuestros institutos
políticos o autoridades. Salvo el burdo grito futbolero en contra de Trump
promovido por Nueva Alianza en su propaganda antes de las elecciones de este
año, o del patéticamente tibio discurso de la Cámara de Senadores, al hablar
del lenguaje de las trumpadas, ya
sabemos cuál es la vergonzante postura oficial.
Son los comerciales de la cerveza una muestra de cómo lo
políticamente correcto no es necesariamente lo mejor para las relaciones entre
personas y entre las naciones. Escribía burdamente uno de los escritores del
exilio español en México; hay que llamar
al pan, pan y al coño, coño. De manera tácita Cucapá y Tecate llaman
estúpido a Trump al burlarse de sus ideas y poner en práctica, en el caso de
Cucapá, un ejercicio que muestra lo complejo de esa relación de amor y odio
entre los dos países.
A finales del siglo XX la revista Time dedicó uno de sus
números a lo que llamó Amexica ese territorio que se extiende a lo largo de la
frontera y a partir de esa línea imaginaria se extiende muchos kilómetros al
interior en ambas direcciones y que nos habla y marca una forma de vida y de
sociedad que vuelve a las dos naciones un mosaico y una mezcla difícil de
separar y menos por la idea de un muro totalmente fuera de lugar y que sólo
existe en la mente comunista y populista de la ultraderecha anglosajona y
republicana.
Publicado en roastbrief.com.mx el 3 de octubre de 2016
imagen: eldeforma.com.mx
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