En la Inglaterra del
siglo XVIII, una mujer tuvo que volverse empresaria tras la designación real de
su marido.
Armando Enríquez
Vázquez.
El descubrimiento de América, como todos sabemos introdujo,
en Europa miles de nuevos productos comestibles, entre los más importantes sin
duda están el jitomate, la papa y el chocolate. Este último revolucionó las
bebidas en las cortes europeas. Se dice que por al menos a lo largo de 100 años
la corte española guardó el monopolio de la bebida, pero con la colonización
por parte de portugueses, ingleses y holandeses de tierras en Centro y
Sudamérica, estos países también comenzaron a cultivar también el cacao.
A Inglaterra la bebida llegó alrededor de 1640 y comenzó a
popularizarse en la corte y poco a poco entre la aristocracia y los sectores
económicamente poderosos de la isla. En las calles comenzó a venderse la bebida
en las cafeterías, algunas de ellas evolucionaron convirtiéndose en las primeras
chocolaterías en Inglaterra. La gente se reunía en estos establecimientos a
beber y platicar o chismear acerca de los diferentes tópicos de la vida diaria,
incluso a complotar en contra del rey recién llegado de Alemania.
Jorge I, rey de Inglaterra desde 1714, no era inglés por nacimiento
y pertenecía a la casa Hannover, pero además tenía un gusto muy especial por el
chocolate, por lo que pensó en abrir una sección de las cocinas reales
exclusivamente para sus bebidas con chocolate, en esa época no existía el
chocolate en las formas sólidas en las que lo comemos actualmente, eso surgió
en el siglo XIX, en la época de Jorge I se creaban tablillas con granos de
cacao molido en un metate en la cocina real y mezclado con diferentes especias,
e ingredientes y se disolvían en diferentes líquidos como agua, leche, vino y
oporto entre otras.
Cuando en 1717, Thomas Tosier fue nombrado chocolatero
personal del rey Jorge I, tuvo que abandonar su local, que gozaba de mucha fama
entre las distintas chocolaterías de la capital inglesa. Pero teniendo en
cuenta que el negocio no podía cerrarse, sino todo lo contrario. Su esposa Grace Tosier, tomó las riendas del
negocio, convirtiéndose así en una empresaria, algo no muy común en el siglo
XVIII. Incluso Jorge I mandó construir una sección al interior de las cocinas
del palacio de Hampton únicamente para la fabricación de chocolate y donde
operaba Thomas Tosier.
Como en muchos casos, casi no existe información acerca de Grace
Tosier, sin embargo, es interesante como esta mujer tomó las riendas del negocio
y más. Al parecer Grace Tosier tenía un gran sentido de la mercadotecnia pues
jamás permito desasociar el nombre de su establecimiento del papel que su
esposo jugó en la corte de Jorge I, a pesar de que Thomas Tosier murió y de que
Grace Tosier se volvió a casar ella mantuvo el apellido que la ligaba al
chocolatero y al servicio prestado al rey.
Además, una de las ideas proyectó al salón para beber
chocolate de los Tosier, fue la propuesta de Grace de vender a los clientes una
experiencia idéntica a la que se vivía al interior de los salones del palacio
real de Hampton. A principios del siglo XVIII, Grace Tosier ya vendía la idea
de una experiencia asociada al producto en el que se especializaba su negocio.
Instaló un piso para bailes dentro del salón de chocolate y programaba
reuniones y festejos en las mismas fechas que se hacía en la corte de Jorge I,
dando a sus clientes la sensación de pertenecer a la aristocracia inglesa.
A pesar de la virtualmente nula información que existe
acerca de esta talentosa empresaria inglesa, podemos darnos una idea de cómo
lucía Grace Tosier. En 1729 el pintor Bartholomew Dandrigde hizo un retrato de
la dama.
En el cuadro se ve a la mujer con un sobrero de grandes alas
y una flor en el pecho. Un largo vestido y no se aprecia una mujer bella, ni
mucho menos lo que deja ver el rostro de la pintura es una mujer estricta, tal
vez centrada en sí misma, que mira desdeñosamente hacía ninguna parte.
Lo cierto es que a pesar de lo poco que sabemos de esta
mujer, Grace Tosier enfrentó de manera exitosa, gracias a su innovadora visión
mercadotécnica, un mundo de negocios dirigidos por hombres.
publicado el 9 de enero de 2017 en mamaejecutiva.net
imagen: britishmuseum.com
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