Dos series que valen la pena ver.
Armando Enríquez
Vázquez
.
No cabe duda que la ciencia ficción es uno de los géneros
más atractivos y más explotados tanto en el cine como en la literatura para
jóvenes. Sin duda el ver a un joven liberar a otros de la opresión dictatorial
de un sistema manejado por adultos, es uno de los grandes temas de este siglo,
desde la saga de Harry Potter, que
debe luchar contra el ser malvado que intenta dominar el mundo de los magos sin
importar a quien deba eliminar, La trilogía de Los Juegos del Hambre, también esta protagonizada por una joven Katniss Everdeen o la trilogía de Divergente, son los jóvenes los que
tienen la palabra y el poder de compra en las librerías y taquillas de los
cines.
Pareciera que en el fondo uno de los temas principales es
acabar con ese mundo de los adultos que los oprime y que, gracias a la osadía,
esos jóvenes, a su visión fresca y en el caso de Harry Potter a su destino, pueden siempre modificarlo para bien. A
diferencia de las últimas décadas del siglo pasado cuando la ciencia ficción de
manera indiscutible era representada por un grupo de hombres y mujeres en una
nave que viajaba por el espacio o atravesando portales en el tiempo y espacio
para enfrentar aventuras de todo tipo.
En la televisión, la ciencia ficción está de capa caída en
general, con sus excepciones, la inquietante y maravillosa primera temporada de Mr. Robot y las primeras dos temporadas
de Orphan Black, cuya cuarta
temporada acaba de iniciar y espero recobre la fuerza de las primeras dos temporadas,
además del admirado, cada vez más, Doctor
Who, en los últimos años sólo hemos visto series que tienden a desplomarse
ante lo obvio y lo absurdo, tal es el caso de Hemlock Grove de Netflix que pareciera que su creador nunca se imaginó
una segunda o tercera temporada. Sense 8,
una serie demasiado comprometida con su agenda sexuale como para poder ser
clara en su propuesta, su ejecución y resolución y eso ya sin hablar de series
como Helix, Continuum y similares que
son totalmente intrascendentes o demasiado enredadas para poder ser entendidas.
Sin embargo, hay dos series ciencia ficción que quiero
recomendar. Son series cuyo público objetivo puede ser de mayor edad y aun así
divertir y entretener a los jóvenes, son series además de verdadera ciencia
ficción.
Los 100, es la
primera, llegó a su tercera temporada y renovó ya para una cuarta. A diferencia
de otras series de ciencia ficción protagonizadas por jóvenes, Los 100 inició como una especie de El señor de las moscas en un futuro
lejano. Los cien jóvenes a los que hace referencia el nombre de la serie, son
el paso siguiente y cruel de una dictadura no derrocada a tiempo y desesperada
por sobrevivir, que experimenta con sus habitantes más sacrificables,
intentando saber si La Tierra, el planeta que tras un holocausto nuclear
tuvieron que abandonar sus antepasados para refugiarse, mantener y desarrollar
una civilización confinados en una estación espacial que orbita al planeta, puede
ser de nuevo habitable. Los 100 es a
pesar de sus altibajos en el guión y los abruptos cierres y cambios en la
trama, una de las series de ciencia ficción mas sólidas o por decirlo de otra
manera una de las menos desestructuradas en la televisión actual.
Algo que es digno de mencionar en la serie es que sin
autocomplacencia alguna esta dispuesta a sacrificar a personajes importantes y
también a hacerlos sufrir infiernos personales de toda índole. Las partes que
aun presentan ciertas fallas tanto en la narrativa como en el desarrollo de
situaciones y personajes tiene que ver con Clarke, el personaje principal, y la
manía de presentarla como un silente y desalmado Clint Eastwood en ocasiones,
para en otras regresar a una especie de Laura Ingalls violenta, cosa que no
sucede con el personaje de Octavia que no puede estar mejor escrito. La serie
vale la pena de ser vista y sin que sea un referente, o vaya a serlo, es una de
esas series con una gran capacidad de crecimiento pues son muchos los
personajes, las tribus, las situaciones y líneas argumentales. Los 100 a diferencia de muchas otras
series que pretenden ser del género tiene elementos de ciencia y tecnología que
por si mismos cuestionan muchas de nuestras formas de pensar sobre el futuro y
el desarrollo tecnológico, como debe ser toda buena ciencia ficción. La Tierra,
sus habitantes y sus desarrollos que en teoría los acabaron son un mundo ancho
y ajeno en la trama de Los 100 que
puede ser y ha sido explotado a lo largo de las tres temporadas que lleva al
aire.
La otra serie a la que quiero referirme se estrenó este año
y ya firmó su segunda temporada. La historia orwelliana extraterrestre nos sitúa
en un mundo actual que ha sido invadido por extraterrestres. El área
metropolitana de Los Ángeles dividida por un muro como el Muro de Berlín, pero
extraterrestre que ha separado a amigos y familias. Se trata de Colony y con esa descripción
inmediatamente podemos pensar en mil ejemplos similares a esta trama. Cierto,
nada nuevo bajo el sol. ¿O sí? ¿Qué pasa si el matrimonio protagonista tiene un
hijo desaparecido del otro lado del muro del que no saben nada? Ok, nada nuevo
es cierto. Es más, ese recurso es de melodrama barato. ¿Qué tal si el marido
intenta ir a buscar al hijo y trata de cruzar el muro de manera ilegal? ¡Bahhh,
clásico! ¿Qué tal si lo descubren y es obligado a trabajar con los
colaboracionistas para descubrir a la resistencia terrestre? Mmmm, puede ser
interesante a pesar de que sigue sonando a lugar común. ¿Qué tal si la esposa
es parte de esa resistencia sin que el marido lo sepa y se ofrece a dar a los
insurgentes la información que pueda recabar de su esposo? Y eso es solo el
primer episodio de la serie.
Colony es sin duda
una de las series más inteligentemente escritas del inicio de este año, con un
número importante de vueltas de tuerca, que la hacen impredecible. Colony está lleno de aventuras, de
intrigas, de seres humanos, sus pasiones y sus acciones más ruines, así como de
la presencia tácita de seres extraterrestres que controlan y observan todo.
Colony aún tiene
que pasar esa prueba de fuego que muchas series no resisten y que se llama
segunda temporada. Todo está ahí para crear una serie llamativa que dure varias
temporadas. Hasta ahora los primeros diez capítulos de la serie no tienen
desperdicio y vale mucho la pena ver la serie.
publicado en roastbrief.com.mx el 18 de abril de 2016
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