Una de las
principales empresas en materia de equipaje, fue creada en el oeste
norteamericano por un judío con voz de soprano.
Armando Enríquez
Vázquez.
Junto con su catálogo de maletas cada vendedor recibía una
pequeña canica envuelta en papel estraza. La canica llevaba un cintillo de
bronce en el que se había grabado la llamada regla de oro; Trata a los demás como te gusta ser tratado por otros. La misma
canica era entregada a los trabajadores, supervisores, gerentes y directivos de
la empresa:
Hemos descubierto,
tanto por razones éticas como prácticas que la regla de oro es el mejor
programa que podemos adoptar. La regla de oro es más poderosa que la bomba
atómica, gracias a ella los hombres podemos hacer milagros.
Dijo el dueño de la empresa en algún momento.
Se dice que cuando el dueño de la empresa paseaba por las
oficinas o la planta de manufactura en ocasiones y de manera aleatoria pedía a
los empleados que le mostraran la canica, aquel que presentaba la canica a
Jesse Shwayder recibía una compensación económica.
Shwayder fundó, en 1910, el que habría de convertirse en uno
de los negocios más importantes en cuanto a equipaje en el mundo y uno de los
más innovadores. Shwayder nació el 26 de marzo de 1882 en Blackhawk, Colorado.
A los nueve años su madre, que daba clases de música en Denver descubrió que Jesse
poseía una voz de soprano, por lo que formó parte del coro de la catedral
católica de Denver, a pesar de ser judío practicante, donde ganaba 15 centavos
de dólar cada domingo. Su padre, Isaac, tenía una pequeña tienda, además de
actuar como el rabino de la comunidad en Denver.
Pero Jesse no iba a seguir con una carrera musical, ni los
pasos religiosos de su padre, aunque jamás a lo largo de su vida se alejó de su
religión. A principios del siglo XX se mudó a la ciudad de Nueva York, donde comenzó
a trabajar en una tienda en la que se vendían maletas. Jesse Shwayder era un
gran vendedor y pronto se convirtió en el principal vendedor de la tienda,
ganando una buena cantidad de dinero. En 1909, decidió dejar de trabajar para
alguien y regresar a Denver para crear su propia tienda.
Vender equipaje en Denver a principios del siglo XX era algo
muy difícil, Denver ni siquiera era una población importante, aunque sí era
paso de muchos viajeros que iban a California. En alguna ocasión, muchos años
después Jesse Shwayder en una entrevista dijo: Era algo que no se podía hacer. Sólo que yo no sabía, así que lo hice.
En marzo de 1910 Jesse fundó The Shwayder Trunk Manufacturing, com los 3,500 dólares que había
ahorrado. Jesse no pensó en distribuir equipaje, pensó en fabricarlo.
Consciente de que la oferta era mucha y él no podía ser competitivo en materia
de precios, decidió dedicarse a crear un equipaje de lujo y caro. Curiosamente
a pesar de todos los hándicaps que se podían haber previsto, la ignorancia de
Shwayder forjó un negocio exitoso.
Los hermanos de Jesse se unieron a la empresa y cada uno aportó
a la causa. En la entrada de la tienda se colocó una fotografía de los cuatro
hermanos y el padre parados sobre un tablón de madera que a su vez descansaba
sobre uno de los armazones de sus maletas. Con la frase: Lo suficientemente resistente
para pararse sobre él.
Esta imagen se volvió un referente de la empresa y muchos años
más tarde la familia Shwayder sería sustituida por un elefante. La empresa
creció y en 1918 ya se encontraban las maletas de Shwayder en los aparadores de
la famosa tienda departamental neoyorquina Macy’s, la maleta de Shwayder
soportaba un saco conteniendo 500 kg de azúcar, ante los ojos de los
consumidores que pasaba frente al ventanal. The
Shwayder Trunk Manufacturing sorteó la crisis económica de 1929, al crear
una nueva división de la empresa y comenzaron a fabricar y vender muebles
plegadizos. En 1930, la planta de manufactura de maletas de Shwayder en Denver
era la más moderna del mundo para la fabricación de equipaje. Con el tiempo
Shwayder incorporó a los armazones y cuerpos de las maletas elementos de
aluminio y otros metales.
Su mayor éxito llegó en 1939, cuando salió al mercado la
maleta que habría de rebautizar a la empresa. El nuevo modelo de maleta creado
por la empresa llevaba en parte el nombre de una de los grandes personajes del
antiguo testamento: Sansón. La maleta se llamó Samsonite.
La maleta presentaba un modelo fuerte donde además la tela
había sido vulcanizada y recubierta en cuero, con mejores y asas más
resistentes. Samsonite revolucionó el diseño de las maletas en todo el mundo y
con el tiempo obligó a la empresa a cambiar de nombre, cosa que sucedió en 1965.
Durante la II Guerra Mundial y la Guerra de Corea, la
empresa dedicó parte de sus instalaciones para fabricar diferentes artículos de
guerra y apoyar al gobierno de Estados Unidos. Una vez terminada esa
contribución militar, Samsonite se dedicó a crear nuevos productos y buscar
nuevos mercados, diseño estuches especiales para instrumentos musicales y para
equipos electrónicos.
Fabricó maletas a partir de marcos de magnesio y cuerpos de
plástico a los que llamó Ultralite y de ahí surgieron aquellos portafolios que
tan de moda estuvieron entre los estudiantes mexicanos de los años setenta y
que sustituyeron a las tradicionales mochilas de cuero.
En 1960 Jesse Shwayder cedió el control de la empresa a su
hijo King. A lo largo de la década la marca consolidó su presencia mundial,
incluso comenzó a tener plantas en países diferentes a Estados Unidos,
convirtiéndose en el líder mundial en materia de equipaje y artículos para
transportar objetos. Jesse Shwayder murió el 24 de julio de 1970 en Denver,
Colorado. King Shwayder vendió la empresa en 1973 al corporativo Beatrice Foods
Co. y comenzó una época en la que Samsonite ha cambiado de dueño en varias
ocasiones.
Hoy
la empresa sigue en el mercado, innovando y siendo líder en su sector. publicado en the point.com.mx el 15 de junio de 2016
imagen: Samsonite.com
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