A diferencia de lo que hubiera sucedido hace 20 años en materia de contenidos hoy nada puede interesar menos a las audiencias que lo que suceda en y a los canales de televisión.
Armando Enríquez
Vázquez
Con la llegada de Disney Plus, HBO Plus aunadas a la
existencia de Netflix y Amazon Prime, la televisión de paga y en
especial la televisión abierta habrán de ver acrecentar la crisis en la que se
encuentran tanto en materia de audiencias y por extensión en el sentido
lucrativo de las empresas de comunicación. Sin una oferta atractiva, vemos a
canales tan raquíticos como Multimedios. La obsesión de los dueños de
medios por aferrarse a sus concesiones, inundando el mercado con noticieros
intrascendentes, el claro ejemplo de Televisa con Foro TV y de ImagenTV con
ExcelsiorTV, son otra muestra de la clara falta de ingenio para salvar sus
negocios mediáticos.
A diferencia de lo que hubiera sucedido hace 20 años, las
audiencias estarían manifestando su preocupación o su demanda por contenidos
dignos, hoy nada puede interesar menos a las audiencias que lo que suceda en y
a los canales de televisión, y al parecer lo mismo podría decirse de los dueños
de los medios que han bajado la guardia en la generación de contenidos
atractivos para la audiencia de sus medios. El caso más patético; Televisa
tratando de vender como una innovación una plataforma que nunca funcionó y que
se murió de lo triste que era su oferta para milenials y miembros de la
generación Z. Hoy pretende, Televisa, revivir con producciones tan
fallidas y pretenciosas como lo fue el remake de un éxito en su momento; Cuna
de Lobos.
La salida de Isaac Lee de Televisa en julio del año
pasado después de un menos de un año de haber hecho un gran trabajo para la
empresa al crear series importantes para Amazon Prime como Diablo
Guardian y Un Extraño Enemigo, que por un momento demostraron que la
televisora como productora podía crear contenidos atractivos para las nuevas
audiencias. Desgraciadamente para la mentalidad de mediados del siglo pasado de
Emilio Azcárraga Jean y sus vicepresidentes que llevaron a Televisa a los
peores fracasos de la empresa en su historia, consideraron que el colombiano era
muy atrevido, y decidieron regresar a sus contenidos mediocres y poco
atractivos. Los resultados están a la vista una empresa que lucha por
sobrevivir a partir de pleitos judiciales como el que mantienen a con el grupo
de Miguel Alemán que en el pasado fue un socio importante del padre del dueño
de Televisa.
ImagenTV, Multimedios, Canal 22, Canal 21, Canal 34,
pasan sin pena ni gloria y son totalmente ignorados por nuevas audiencias, en
casos como ImagenTV, las audiencias que habían creado los van
abandonando y de esa manera imposibilitando la sana comercialización del medio.
En el caso de los medios públicos 22, 21, 34 realmente no importa cual sea la
producción porque su crisis sólo existe en la medida que los presupuestos de
los gobiernos federal y/o locales sean recortados o no. A diferencia de otros
medios de telecomunicación públicos en el mundo, sólo en pocas ocasiones el
contenido ha sido relevante para la televisión pública mexicana y sus mediocres
funcionarios. El caso del Canal 14 es aún peor porque la mayoría de los
mexicanos ni siquiera sabe de la existencia de este canal y al director del
sistema público de radiodifusión Jenaro Villamil, parece ser a quien menos le
preocupa la existencia del canal, la calidad de los contenidos y valores de
producción del mismo.
Las excepciones son el Canal Once con una audiencia
construida a lo largo de los años por su imparcialidad, su diversidad y sobre
todo por haber creado a lo largo de su historia reciente una de las mejores barras
infantiles de la televisión mexicana, el mejor ejemplo de cómo debió de haber
sido la producción del estado en materia de televisión. Y Azteca, que
sin ser una verdadera ganadora, ha luchado por mantenerse sana y produciendo de
una manera que Televisa ya no quiere o no sencillamente ya no puede hacer. Los realities
de competencia y la compra de la franquicia de Master Chef, ha hecho que
Azteca domine las redes sociales y los horarios de primetime de las
televisoras, eso sin contar que con estilos muy particulares y discutibles ha
logrado arrebatar a televisa el asunto de la narración del futbol soccer y el
boxeo.
Hoy la mayor parte de las noticias son consumidas directo en
Internet, las series e historias narrativas en las plataformas y los deportes,
aunque se han convertido en el producto principal de las televisoras, bien
podrían en un futuro ser controlados directo por las ligas o plataformas
dedicadas únicamente a ofrecer contenidos deportivos, sin los programas de
análisis y opinión que realmente comienzan a carecer de rating.
En un artículo firmado por Columba Vértiz de la Fuente para Proceso
y publicado en mayo de 2019 durante 2018 el crecimiento de suscriptores a la
televisión de paga se incrementó en un risible 0.8% en la región de
Latinoamérica (México, Colombia, Argentina, Brasil y Perú), y de acuerdo con la
revista Expansión en un artículo de Liliana Corona publicado en agosto de
2019, el número de suscriptores de la televisión de paga en nuestro país cayó a
los niveles de 2016, lo que queda de manifiesto cuando al ver Izzi, por
ejemplo, se topa con que los espacios comerciales están llenos de comerciales
de la misma marca que ya tiene cautivo, y harto al televidente con las
patéticas actuaciones, el pésimo sonido y la pobre producción de estos
promocionales. La gente comienza a olvidar a estos servicios que durante años
fueron muy populares por la oferta especializada de sus canales, por las
plataformas. Como en el caso de la televisión abierta Izzi, Megacable y las
demás jamás podrán resolver los problemas que las audiencias no tienen en
Internet. Hoy que los principales productores y distribuidores de contenidos
como HBO, lo que queda de FOX y ESPN comienzan a ofrecer sus propias
plataformas, ahorrando al usuario el otro problema de la fórmula de televisión
de paga un enorme número de canales de los cuales solo un puñado son los que ve
el televidente. Las opciones clásicas de entretenimiento son cada día más
obsoletas.
Los anunciantes también lo saben y la inversión publicitaria
ha crecido en Internet y disminuido en materia de la Televisión, lo que se
convierte en un circulo vicioso pues empresarios mediocres y mezquinos incapaces
de apostar a la producción en su medio, al carecer del dinero fresco de
patrocinadores que los exenten de sacar el dinero de la producción de sus
bolsillos o de las arcas de la televisora, los obliga a conformar sus parrillas
de programación de programas de cartulina como sus escenografías.
A lo largo de 2020 la tendencia en la baja de las audiencias
y la inversión de las marcas y productos no se revertirá, al contrario, se
agudizará y cada día habremos de ver menos canales y menos programas
interesantes y de valor en las pantallas de la televisión abierta y de paga,
con la consecuencia de más televisores apagados.
publicado en roastbrief.com.mx el 2 de diciembre de 2020
imagen DeathToStock.com
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