martes, 12 de junio de 2018

Sofía Brahe astrónoma, horticultora, química en el siglo XVI.




Hermana menor de una de las grandes mentes de Dinamarca durante El Renacimiento, Sofía Brahe hizo sus propias aportaciones a la cultura de su nación.

Armando Enríquez Vázquez

En la Dinamarca del siglo XVI nació Sofía Brahe en el castillo de Knudstrup, la fecha es incierta y se sitúa entre 1556 y 1559, aunque es muy probable que sea la primera pues su hermano mayor le llevaba diez años. Sofía era la hermana menor del famoso astrónomo Tycho Brahe, nacido en 1546. Su padre fue Otte Brahe consejero del rey y miembro del Rigsraad, que era como se denominaba al Consejo del Reino Danés encargado de normar los reinos escandinavos junto con los reyes, mientras que la madre, Beate Clausdatter Bille era asistente de la Reina Sofía.
Sofía Brahe como miembro de la nobleza y aristocracia tuvo una educación excepcional y ejemplar, con las limitaciones que implicaba en ese entonces ser mujer. A Sofía, por ejemplo, no se le permitió aprender latín, un idioma al que sólo los hombres podían acceder.
Junto con su hermano Tycho eran los únicos en la familia que sentían gran atracción por la astronomía. De hecho, Sofía visitaba y trabajaba con su hermano en su observatorio y lo ayudaba con los datos. Tycho incluso escribió alguna vez que él estaba sorprendido del carácter autodidacta de Sofía y lo único que no alentaba en ella era el estudio de la astrología, a diferencia de la química, alquimia y astronomía.
Sofía asistió a su hermano en diferentes investigaciones, pero esta colaboración se vio interrumpida cuando en 1579 Sofía se casó con un hombre muy poderoso y rico de la sociedad danesa de nombre Otte Thott con quien tuvo un hijo de nombre Tage Thott. Otte murió en 1588. Sofía entonces, aprovechando la libertad otorgada por la viudez, además de administrar la herencia de su hijo mientras este crecía, regresó al estudio de las diferentes materias que le apasionaban. Sofía viajaba a isla de Hveen por temporadas, en ella su hermano había construido dos observatorios. La isla había sido concedida al astrónomo por el rey Federico II que era su admirador. Sofía se dedicó de tiempo completo al estudio de alquimia, la química, la herbolaria y la medicina. Creo hermosos jardines en sus propiedades y dedicada a la horticultura combinaba todas sus pasiones creando lo que podríamos definir, en esta época, como medicina alternativa.
Los hermanos tenían un poderoso lazo de unión y ambos habían sido rechazado por el resto de su familia por haberse dedicado a la ciencia en lugar de continuar la vida de poder al interior de la corte danesa. Sofía se enamoró perdidamente de otro noble danés obsesionado por la alquimia y quién encaprichado por lograr la transmutación del oro, había perdido su riqueza y se dedicaba a viajar por Europa en busca de capital para continuar sus experimentos, su nombre era Eric Lange. La pasión de Sofía Brahe por Lange llevó a su hermano, o al menos eso se cree por ser el versado en latín, a escribir un largo poema de amor. Una minoría de conocedores dicen que el poema lo pudo haber escrito Sofía quien con el tiempo y tras la supervisión y muerte de su padre podría haber aprendido latín de manera autodidacta como muchos otros de sus conocimientos, pero nada de esto se puede comprobar, aunque se sabe que en Europa Central dónde circuló el poema, este era atribuido a Sofía. El poema se llama Urania Titani. Sofía siguió a Lange y gastó también su fortuna en apoyar a Lange.
A finales del siglo XVI, la suerte de Tycho al interior de la corte finalizó, el nuevo rey, Cristian IV, le pidió abandonar Hveen con todas su pertenecías y Tycho encontró un nuevo refugio en la corte de Praga. Tycho Brahe murió en 1601.
Un retrato de 1602 cuando Sofía se acercaba al medio siglo de existencia la muestra una mujer de una mirada vivaracha e inquisitiva y hasta de menor a la edad a la que se acercaba. Ese año Sofía se casó con Eric Lange. A la muerte de Lange ocurrida once años después en 1613 Sofía regresó a Dinamarca, sin haber podido transmutar nada en oro, en condiciones que se creen precarias, y se estableció en Elsinore.
Una vez establecida en la ciudad donde sucede la tragedia del príncipe Hamlet, Sofía se dedicó a una nueva afición; la genealogía. Se consagró a buscar el árbol genealógico de la nobleza de Dinamarca y en 1626 publicó la primera versión de su investigación que tenía más de novecientos folios y la genealogía de al menos 60 familias de la nobleza danesa. El original de esa edición se encuentra hoy en la Universidad de Lund.
Sofía no murió en la pobreza, pero tampoco en la riqueza que había nacido. Lo qué si es que murió de más de 80 años, en Elsinore en el año de 1643, fue sepultada en Kristianstadt en la cripta de la familia Thott, se sabe que su hijo Tage adoraba a su madre y siempre se mantuvo cerca de ella, a pesar de ser un importante y muy ocupado miembro de la corte danesa.
La vida de Sofía Brahe es aún un misterio por develar, porque sus investigaciones en la herbolaria y la alquimia se mantuvieron también hasta el final de su vida, pero poco o nada sabemos de ellas y mucho menos de los resultados de estas.


publicado en mamaejecutiva.net el 4 de junio de 2018
imagen: wikipedia.org

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