Una comida entre
candidatos a la jefatura de la Ciudad de México muestra quienes entienden a la Ciudad
y la democracia y quienes no.
Armando Enríquez
Vázquez
En medio de la guerra de mierda entre partidos políticos y
sus candidatos que están acostumbrados a proponer y proponerse como joder a los
ciudadanos en su propio beneficio, sin jamás tomar en cuenta a los votantes, el
candidato a la Jefatura de Gobierno o Gubernatura de la Ciudad de México,
olvidemos ya el infantilismo millenial del chavorruco Mancera, o sea el CDMX,
Marco Rascón invitó a los otros candidatos, sus oponentes, a una comida para
hablar de los problemas de la Ciudad entre quienes aspiran a gobernar la ciudad.
La cita fue el viernes 1º de junio en el legendario Salón Ángeles de la Colonia
Guerrero.
¿Lo hizo para ganar reflectores? Políticamente es válido,
pero también porque creo que comprende que una vez pasadas las elecciones todos
tendremos que seguir conviviendo en la ciudad y que más allá de los cuadros aleccionados
de Morena, el PRI o el Frente existen muchos ciudadanos inteligentes y capaces
que tienen propuestas mucho más reales a los problemas de la capital que lo que
tienen que decir, por ordenes de sus candidatos presidenciales, Scheinbaum,
Mikel o Barrales.
Y en ese aprovechar los reflectores aparecieron la candidata
independiente Lorena Osornio, Purificación Carpinteyro de Nueva Alianza y la
candidata por el Frente Alejandra Barrales, pero también lo hicieron para
demostrar eso, que más allá de la contienda electoral y su resultado la Ciudad
necesita de sus mejores talentos y no de la turba de políticos de cuarta que se
encargan de generar las clientelas de los partidos, como seguramente serán los
gabinetes de Scheinbaum y Mikel, quienes por cierto no asistieron a dicha
comida, como tampoco lo hizo la candidata del Partido Verde Mariana Boy.
Si al final uno de los asistentes a la comida ganara e
incluyera a los otros candidatos, no en su gabinete, si no tal vez como un
consejo de asesores, eso sería un enorme logro para la Ciudad de México y para
la precaria democracia mexicana. La tolerancia y la diversidad no puede
referirse únicamente a cuestiones sexuales, si no, y sobretodo a ideologías y
maneras de pensar.
Pareciera que el mensaje de esta comida es lo importante que
son los adversarios, reconocerlos; sentir y mostrar la voluntad por actuar a
favor de la Ciudad sin importar quien gane. No se firmaron compromisos, ni se
hicieron pactos, solamente mostraron que la Ciudad es compromiso de todos y que
más allá de la contienda política la capital del país es su casa y la tenemos que
mejorar entre todos.
Hoy que vivimos la primera contingencia ambiental de 2018 es
necesario plantearle a los candidatos a la jefatura de gobierno, o los candidatos
a alcaldes, la imperiosa necesidad de implementar una reforestación real en la
mancha urbana, el gobierno de la Ciudad de México y sus alcaldes, no pueden, ni
deben ver en cada lote baldío o en cada predio abandonado un terreno para crear
nuevas viviendas o centros comerciales, la Ciudad necesita áreas verdes no
negocios para gente corrupta como el ex delegado de Benito Juárez entonces
panista y hoy morenista Fadlala Akabani.
Así como políticas de uso de transportes eléctricos;
incentivar el uso de transporte público, desarmando al pulpo camionero o
metrobusero que utiliza mozalbetes como choferes a los que les importa un
comino como conducir, crear la posibilidad de multar a peatones y ciclistas que
no cumplen con el reglamento, por ejemplo, a los ciclistas que circulan por la
banqueta. Las paradas fijas del transporte publico y no donde se le ocurra al
conductor o al peatón. Y los peatones que se cruzan a la mitad de la acera.
No creo que hayan hablado de estos temas durante la comida,
no creo que hayan hablado de nada más que de sus buenos deseos para una ciudad
funcional. Cómo tampoco creo que hayan hablado de como acabar con el crimen
organizado ese que defienden los candidatos y autoridades de Morena.
La comida a la que acudieron candidatos a diferentes puestos
de elección popular, así como también políticos de relevancia como Cuauhtémoc Cárdenas
e intelectuales y escritores como Héctor de Mauleón, fue un espacio de
expresión a la vista de los medios y los ciudadanos que seguimos el
acontecimiento. La Ciudad a pesar de lo que crean los politiquillos del PRI y
Morena es mucho más que ellos y sus serviles minions y bots.
Incluso el patético candidato del PRI anunció al mismo
tiempo, que llamó a sus oponentes para vencer a Claudia Sheimbaum, pero más
tardó él en decir sus sandeces en los medios que las candidatas de los otros
partidos en desmentirlo en esos mismos medios.
Scheinbaum quien es aún más arrogante y por lo tanto estulta
como su mirada lo demuestra ni siquiera se digna a voltear a ver a sus
adversarios.
La ciudad no necesita a ninguno de estos dos
mentirosos, arrogantes que no entienden que la Ciudad de México y el País es
mucho más que un botín y las voces de los ciudadanos no siempre tiene que estar
de acuerdo con ellos. Ninguno de estos dos personajes entiende, ni sabe lo que
es la democracia.
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